El Frente Progresista había acordado con el PRO el ajuste en los colectivos, pero le faltó un voto para conseguir quórum. El resto de la oposición reclamó sacar del orden del día ese tema y discutir los otros. Ante el rechazo oficialista, los ediles no sesionaron.

 

Fue un día plagado de versiones, marchas y contramarchas. Tanto que en diferentes momentos de la jornada, los votos para sancionar los dos temas, tarifa de taxis y colectivos, por momentos estaban y luego desaparecían.

 

Las negociaciones arrancaron desde muy temprano en la comisión de Servicios Públicos, donde el socialismo intentó sumar voluntades para llevar el boleto a $8,50. La suba de taxis se había destrabado el lunes pasado con un ajuste del 30 por ciento.

 

El único bloque que se mostró proclive a aumentar la tarifa del transporte fue el PRO. Pero reclamó un ajuste menor para lo inmediato (8 pesos), un adicional en julio (50 centavos) y planteó una serie de exigencias al Ejecutivo.

 

El diálogo entre ambas fuerzas se estancó al mediodía. A esa hora, el presidente de Servicios Públicos, Carlos Comi, lo oficializó a través de su cuenta personal en Twitter, donde anunció la postergación del tema hasta el lunes.

 

Pero la rosca siguió en los pasillos y en los celulares. A las 17, Servicios Públicos volvió a reunirse y aprobó el nuevo cuadro tarifario desdoblado, producto del acuerdo entre el socialismo y el macrismo.

 

El resto de la oposición cuestionó la forma de convocar a esa reunión y denunció un “pacto entre bambalinas, a espaldas del resto de los bloques, que dejó afuera a medio Concejo”.

 

Al acuerdo entre el Frente Progresista y el PRO le faltaba un ingrediente: el quórum. Parecía un trámite más. No lo fue y por un voto la sesión finalmente fracasó.

 

Desde las redes sociales y en Labor Parlamentaria, el concejal radical Jorge Boasso fue el impulsor de la estrategia de no bajar al recinto.

 

“Este tipo de nuevas mayorías automáticas en el Concejo sólo se paran con cojones del resto de los 14 concejales. No dando quórum”, disparó por las redes sociales.

 

Parte de la oposición lo acompañó de entrada. Pero los tres jóvenes concejales de Ciudad Futura no lo explicitaron y el verborrágico edil los chicaneó por Twitter: “Parece que Giros, giró! Y va a dar quórum para que aumenten el boleto”, denunció.

 

Ciudad Futura lo negó y puso como condición para no dar quórum un acuerdo de todo el arco opositor. “Es una estrategia válida no dar quórum, el tema es para qué. No sirve sólo para postergar una semana la misma suba, hay que buscar alternativas para que los rosarinos no paguen un aumento tan fuerte en el boleto”, dijo a La Capital Juan Monteverde, jefe de ese espacio.

 

Cerca de las 21, 14 ediles opositores, excluido el PRO, se reunieron en el despacho de la edila Fernanda Gigliani. Acordaron proponerle al oficialismo que sacara del orden del día la suba del boleto y discutir la tarifa de taxis y el nuevo directorio del Banco Municipal. A los pocos minutos, la presidenta del Concejo, Daniela León, fue la encargada de transmitir el rechazo del Frente Progresista a la propuesta opositora.

 

“Estuvimos semanas discutiendo, llegamos a un acuerdo y ahora hacen esta vergüenza. Aceptan subir la tarifa de taxis porque hay inflación y no en colectivos. Un absurdo”, se quejó el presidente del bloque socialista, Horacio Ghirardi.

 

Sonó el timbre convocando a sesionar varias veces. Con sólo 14 ediles sobre 28 en sus bancas, la sesión cayó a las 22.20 por falta de quórum y postergó las definiciones sobre ambos temas para la semana próxima.

 

Hoy los taxistas analizarán a media mañana un posible paro de actividades. Y las empresas de transporte podrían tener dificultades para pagar el jueves los sueldos a los choferes, generando otro conflicto.