Se realizó la primera reunión del año del Consejo Consultivo del Proyecto “Reserva Natural Urbana y Gestión de Riesgos Climáticos”, que lleva adelante el Gobierno de la ciudad de Santa Fe con financiamiento del Fondo Francés para el Ambiente Mundial (FFEM). En este encuentro, que se concretó el 10 de marzo, los expertos evaluaron las acciones en marcha y destacaron una vez más el carácter innovador y transformador de la propuesta.
Vale indicar que el Consejo Consultivo tiene a su cargo la supervisión y el seguimiento general del Proyecto de Reserva Natural Urbana, siendo órgano de consulta sobre temas relacionados con la preservación ambiental y la reducción de riesgos climáticos. En este encuentro, se analizaron los avances del proyecto concretados en el 2015 y se planificaron actividades y una agenda de trabajo para el presente año. Asimismo, los especialistas pusieron de relieve una vez más las características originales de esta iniciativa y sus ventajas y beneficios en el marco de una mirada integradora que atraviesa diversas disciplinas.

Participantes 

La reunión fue presidida por el director de la Agencia de Cooperación Internacional, Inversiones y Comercio Exterior del Gobierno de la Ciudad, Pablo Tabares; y por la coordinadora del Proyecto Reserva Natural Urbana, Victoria Perales. También asistieron: Ariel Belavi del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Gustavo Menéndez y Enrique Mihura de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Alejandro Larriera y Carlos Chiarulli del Ministerio de Medio Ambiente de la Provincia de Santa Fe, Fernando Ardura de la Fundación Hábitat y Desarrollo, Eduardo Haene consultor experto en planes de gestión para la Reserva, Etienne Saur del Fondo Francés para el Ambiente Mundial, Simón González, director Ejecutivo de la Agencia de Cooperación, Inversiones y Comercio Exterior y Jorge Jourdan del Movimiento Los Sin Techo.

Los avances

Entre los pasos que se cumplieron hasta el momento, se destacaron: la realización de un inventario de flora (que incluyó la recolección y clasificación de más de 80 especies); el avance en los protocolos de reproducción y la plantación de especies arbóreas nativas; la selección de un experto que desarrollará el Plan de Manejo y Gestión de la Reserva; la incorporación al equipo de trabajo de pasantes de las licenciaturas en Biodiversidad e Ingeniería Ambiental; la confección de un blog informativo y un video institucional del Proyecto; la firma de un convenio con la ONG Aves Argentinas para concretar un plan de relevamiento ornitológico; la toma de muestras de control de agua, sedimentos y plantas en el área de la Reserva y el contacto con trabajadores informales de la zona para su capacitación y reconversión laboral.

En cuanto a las obras realizadas por el  Gobierno de la Ciudad y vinculadas directamente al Proyecto, se mencionó la profundización del sector norte del Reservorio Nº 4 (lo que implicó una excavación de aproximadamente 43.000 metros cúbicos de tierra), la inauguración de 28 viviendas en la Costanera del Oeste de la Reserva Natural Urbana y la continuación de las obras de trazado de la calle de cierre de trama urbana y construcción de nuevas viviendas ubicadas al sur de calle Iturraspe.

Características generales

Cabe recordar que el Proyecto de Reserva Natural Urbana consiste en transformar 140 hectáreas de reservorios del sistema de drenaje urbano de la zona oeste de la ciudad, en un espacio verde de uso público y atractivo paisajístico. La propuesta resulta innovadora a nivel mundial porque combina aspectos como cuidado del ambiente, educación, protección de flora y fauna, reducción del riesgo hídrico y lucha contra la pobreza. Entre los beneficios que traerá la futura Reserva, se pueden mencionar: Permite nuevos usos y mejor aprovechamiento de la zona de reservorios de excedentes pluviales; Crea un nuevo espacio público, paisajístico y recreativo, que podrá ser disfrutado por todos los santafesinos y por el turismo, con senderos desde los cuales se podrá apreciar la flora y fauna autóctona, Protege el ambiente y preserva la biodiversidad, ya que funcionará como un área natural protegida; Genera un ámbito apropiado para la educación y la concientización en temas como cuidado del ambiente, gestión de riesgos y desarrollo sustentable, previéndose la construcción de un Memorial sobre la inundación; Mejora la calidad de vida de la población socialmente más vulnerable que reside en los barrios del cordón oeste, planteando por ejemplo la reconversión laboral de trabajadores informales que viven de la basura y fomentando proyectos socioproductivos como un vivero de sitio y huertas comunitarias; Permite trasladar a personas que viven en zonas hídricamente vulnerables a lugares seguros y con los principales servicios; Delimita la trama urbana y evita nuevos asentamientos en zonas de riesgo hídrico.