Faltan casi tres meses para que arranque el Torneo, que se iniciará el último fin de semana de enero. Este parate tan prolongado como consecuencia del Mundial, hace que los tiempos de definiciones no sean los habituales. Es por ello que la mayoría de los planteles fueron licenciados y en el caso de Colón volverá a entrenar el 29 de noviembre. Así las cosas, José Vignatti no tiene apuro.

El presidente sabalero se toma su tiempo para definir al entrenador que estará sentado en el banco en el comienzo del 2023. Y la realidad indica que no tiene mucho sentido apurarse habida cuenta de lo mucho que falta para volver a jugar. Se sabe que Vignatti fue a buscar a Ricardo Zielinski pero las pretensiones económicas del entrenador le pusieron un freno a las charlas.

El Ruso era la prioridad para Colón, pero se menciona que las apetencias económicas y el pedido de refuerzos de jerarquía fueron impedimento para avanzar en las negociaciones. No obstante, se especuló con una nueva reunión para acercar las partes, pero la misma por ahora no se concretó.

Lo cierto es que Marcelo Saralegui aguarda el llamado de Vignatti para ser confirmado. El técnico uruguayo se encuentra en su país a la espera de una comunicación. En un primer momento, la dirigencia definió que dirija los últimos seis partidos del Torneo y luego la idea era buscar otro entrenador. Y es por eso que apuntaron a Zielinski.

Es obvio que si Vignatti aún no confirmó a Saralegui es porque analiza la situación y no quiere apurarse. Piensa quizás que pueda existir alguna otra opción. El campeonato para Colón finalizó el 24 de octubre, por lo cual el próximo lunes se cumplirán dos semanas sin confirmación. Pero esta cuestión que atraviesa el Sabalero también se traslada a otros equipos.

Por lo cual, no es para alarmarse ni mucho menos. Vignatti sabe que lo de Saralegui está al alcance de la mano, pero seguramente quiere agotar los recursos en función de algún otro técnico que pueda surgir en estos días. O tal vez en el inicio de la semana lo confirme al uruguayo, todo puede pasar, pero la realidad es que la dirigencia de Colón no se apresura y la decisión resulta acertada.