En Unión perdura la bronca por otra chance más que se dejó pasar por intentar acercarse a la zona de Copa Sudamericana. Ya son cuatro derrotas en fila, que generan preocupación en la recta final de esta Liga Profesional. Pero matemáticamente todavía hay chances, por más remotas que sean, y el plantel tiene esperanza y por eso ya se dio vuelta la página de lo que pasó con Newell's para mentalizarse en romper la malaria el lunes ante Rosario Central en el Gigante de Arroyito por la 23ª fecha.

Es muy probable que el DT Gustavo Munúa vuelva a realizar variantes. Sobre todo, atendiendo a que Claudio Corvalán, que estuvo en el banco, llegará con 20 días de recuperación tres el desgarro. Un aliciente, ya que en su versión de líbero en el 3-4-3 sorprendió a muchos, ya que es lateral izquierdo por naturaleza. Asimismo, con ese sistema el equipo se sintió cómodo logrando algunos resultados.

Unión espera por Federico Vera, que no jugó ante Newell's por fiebre. José Busiemi / UNO Santa Fe

Las lesiones hicieron que el técnico regresará al 4-4-2 o el 4-2-3-1 por los nombres que estaban disponibles. Además, habrá que ver si puede estar en condiciones Federico Vera, que no jugó ante Newell's por tener fiebre, necesitando hacer reposo en su casa. Está bien de salud, por la resolución quedará en manos de los médicos.

Se pensó en la previa de este último partido que podía tener chances de estar Enzo Roldán, pero su lesión en el tobillo finalmente se lo impidió. Serán claves estar horas para constatar su evolución. Casi contrario, es probable que sigan Juan Carlos Portillo y Ezequiel Cañete en la zona media.

La salida de Junior Marabel en el complemento fue por cansancio, por lo que estará en condiciones de jugar. Unión tendrá un examen exigente, ya que Rosario Central también viene golpeado por los malos resultados y necesita los puntos como el agua. Algo que maximiza la prueba, pero el Tate tampoco tiene margen y deberá ser inteligente y sobre todo eficaz, para intentar quebrar esta racha adversa.