Una fanática de Benjamín Rojas destrozó el local de la mujer del actor, Martina Sánchez Acosta, después de no poder entregar una carta dirigida al interprete.

La situación, que se dio a conocer en las últimas horas a través del programa Buenos Días América (América), ciclo conducido por Antonio Laje, sucedió días atrás en horas del mediodía en diagonal 3 y 473 bis, en City Bell, La Plata, provincia de Buenos Aires.

Qué pasó con una fanática de Benjamín Rojas

La justicia platense investiga un caso de acoso, agresión y daño denunciado por la esposa de Benjamín Rojas, después de que una fanática del actor irrumpió este fin de semana en su local, amenazó a quienes se encontraban adentro del lugar -con rejas debido a la inseguridad-, rompió los vidrios de la puerta y lanzó objetos al interior para lastimar a los presentes por no poder entregarle una carta a Rojas.

El caso es investigado por el fiscal de La Plata Juan Cruz Condomí Alcorta, quien dispuso una perimetral contra Sofía -nombre de la fan- tras la denuncia de Martina Sánchez Acosta, mujer del actor y dueña de la pastelería "Teodelinesias".

En la denuncia, presentada por el abogado Rubén Sarlo, se acompañó un video de la cámara de seguridad del comercio, en el que se ve la agresión. Los testigos detallaron que la fanática se acercó, golpeó la puerta y preguntó por Benjamín, a quien quería entregarle una carta. La mujer del actor le dijo que ella se lo entregaría ya que Benjamín no se encontraba en el lugar, pero se enojó, se puso violenta y generó caos.

Un vecino de otro local acudió a ayudar a Martina después de escuchar los gritos de la fanática e intentó calmarla. Otra vecina llamó a la policía al ver la desesperación de la esposa de Rojas, quien "estaba llorando".

"No es la primera vez que venía a este local a buscar a Benjamín Rojas. Ella ya tenia antecedes por acoso a la salida del teatro, en Buenos Aires, donde está actuando el actor", contaron en BDA sobre la mujer de 24 años que ya había sido denunciada por el protagonista de la obra Una semana nada más.

L.M