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Ciencia y Tecnología 20.02.2021

¿Qué es la violencia digital?

Lamentablemente cada vez hay más violencia de género y el bullying a través de Internet. Es la llamada violencia digital, ¿Cómo se regula?

Fuente: PCWorld

María llega a casa y, como siempre, descansa unos minutos en el sofá mientras repasa los últimos mensajes de Instagram. Y también como siempre, Julio, su ex, le pide verse de nuevo o, si no, se enfadará mucho y ya sabemos cómo acabó eso la última vez.

A Laura, le ha gustado siempre estudiar, pero nunca ir a la escuela. Los primeros meses de confinamiento y las clases online fueron una bendición, aunque sus compañeros de clase rápidamente encontraron otras formas de hacerle el vacío.

Diego ha encontrado, en las redes sociales, el espacio ideal para manifestar su auténtico yo, vestirse como quiere y expresar sus sentimientos. Un día, empiezan a llegarle mensajes de gente desconocida atacando ese espacio sagrado, y ya no van a parar.

María, Laura y Diego, sabiéndolo o no, son víctimas de la violencia digital. ¿Pero qué pueden hacer ante situaciones como estas? ¿Hay alguna ley que los ampare? ¿Tienen alguna responsabilidad las plataformas que utilizan en Internet?

¿Qué es la violencia digital?

La violencia digital es aquel uso de las redes sociales y otras plataformas en línea para acosar o molestar a otra persona, ya sea mediante el ataque personal, la divulgación de información falsa o íntima, la manipulación emocional o la amenaza, entre otras prácticas.

Este concepto confluye con otros como el del ciberacoso o cyberbullying. Tampoco está alejado de la violencia de género que muchas mujeres sufren en la vida offline, y en cualquiera de los casos supone un ataque a la seguridad, la integridad y la dignidad de la víctima.

Tipos de violencia digital

En su informe Análisis de la violencia contra la infancia y la adolescencia en el entorno digital, la ONG Save the Children distingue 9 tipos de violencia digital:

1. Sexting sin consentimiento: El sexting (de contraer las palabras “sex” y “texting”) es el intercambio de mensajes o material con contenido sexual a través de plataformas online. Cuando esos mensajes, esas fotos o esos vídeos se difunden sin que su propietario/a quiera, estamos ante un caso de violencia digital.

2. Sextorsión: El sexting puede convertirse en sextorsión si el perpetrador, en vez de difundir el material sin el consentimiento del otro/a, le amenaza con publicarlo. Este chantaje online puede durar de entre horas a años y en el 25 % de los casos lo lleva a cabo la pareja o expareja.

3. Violencia online en la pareja o expareja: La violencia de género en el mundo físico puede trasladarse también al digital y coge varias formas. Se da cuando la pareja o expareja controla conversaciones, contraseñas y otro tipo de información privada, o cuando se usan las redes para amenazar, insultar o degradar.

4. Ciberacoso o cyberbulling: La violencia no solo se produce entre parejas o exparejas, sino que muchos menores y adolescentes (aunque también adultos) son víctimas de la intimidación y exclusión social repetitiva de los acosadores, que pretenden humillarlas, dañarlas o difamarlas.

5. Happy slapping: No te dejes engañar por el nombre. El concepto de “bofetada feliz” hace referencia a la grabación de una agresión, ya sea física, verbal o sexual, hacia una persona para luego difundirla a través de las plataformas digitales.

6. Online grooming o ciberembaucamiento: El término “grooming” define el acoso y abuso de una persona adulta a un menor después de haberse ganado su confianza. Con la popularización de Internet, esta conducta abusiva también ha llegado al ámbito digital.

7. Exposición involuntaria a material sexual y/o violento: Según Save the Children, el 50 % de menores está expuesto a materiales con escenas sexuales o violentas al hacer un uso inocente de Internet. Este tipo de violencia digital está muy ligada al exhibicionismo, que se daría cuando un conocido le envía este tipo de contenido al niño o niña.

8. Incitación a conductas dañinas: Las plataformas en línea pueden alentarte a leer, hacer deporte o ser más empático, pero también pueden llegar a promocionar comportamientos peligrosos como la autolesión o los trastornos de la alimentación.

9. Sharenting: Pese a no considerarse un tipo de violencia digital expresa, la sobreexposición de menores en Internet por parte de sus padres y madres puede comportar ciertas consecuencias para los hijos e hijas, cuya vida pasa a ser pública sin haber dado su consentimiento.

 

¿Qué es la violencia digital?

¿Qué dice la ley?

Prácticamente todos los tipos de violencia digital listados anteriormente tienen su correspondiente pena en el Código Penal (a excepción de la exposición involuntaria y la incitación a conductas dañinas).

Si bien en ningún caso se utiliza el concepto de “redes sociales” o “plataformas digitales”, la ley española sí que contempla este tipo de delitos realizados a través de las TIC, es decir, las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

En este sentido, por ejemplo, el Artículo 197 penaliza el “acceso e interceptación ilícita, consistente en el descubrimiento y revelación a través de las TIC”, mientras que en otros puntos del Código Penal se condenan las “amenazas y coacciones, incluyendo toda conducta realizada en contra de la voluntad de la persona, por miedo o presión”.

El código penal español también castiga los delitos contra el honor, las injurias y las calumnias, el acoso y el trato degradante realizado a través de las TIC, la falsificación informática para engañar a la víctima o el acoso y abuso a menores de 16 años.

Más allá de esta legislación, existen informes y campañas oficiales para frenar la violencia online. Es el caso de los recursos que la Policía Nacional, la Agencia Española de Protección de Datos o el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ponen a disposición de la población para sensibilizar de los peligros de Internet.

¿Están protegidos los menores y las menores en el ámbito digital?

Si bien los niños, niñas y adolescentes están amparados por el Código Penal y por otras leyes como la Ley de Protección Jurídica del Menor, todavía no existe una ley en España que proteja a los y las menores frente a la violencia.

Esto cambiará pronto, pues el Gobierno ya ha aprobado la Ley de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, con la que se pone especial énfasis en los hijos e hijas de víctimas de violencia de género.

Por petición de la Agencia Española de Protección de Datos, sabemos que la nueva legislación también incorporará el concepto de “violencia digital”, que le dará el marco regulatorio que el entorno digital necesita para proteger los intereses de los niños, niñas y jóvenes.

En una sociedad en la que el 92 % de los adolescentes españoles entre 14 y 16 años tienen redes sociales y el 66 % de los menores de entre 10 y 15 años ya disponen de un dispositivo móvil propio, se hace necesario que sus padres y madres también hagan un control del uso que hacen de Internet.

Existe software de control parental y las plataformas cada vez ponen más herramientas para que sean más seguras de usar para los más pequeños. Es el caso de TikTok, que limita ciertas funciones para los menores de edad.

La ciberviolencia de género también existe

Además de los niños, niñas y adolescentes, de la lista de tipos de violencia digital se puede extraer otra principal víctima: las mujeres. Según datos oficiales, una de cada dos mujeres ha sufrido algún tipo de violencia machista en España, así que no sorprende que también haya llegado al ámbito digital.

De hecho, de acuerdo a un estudio del Instituto Europeo de la Igualdad de Género, siete de cada diez mujeres europeas han sufrido ciberacoso por parte de su pareja. En la gran mayoría de las ocasiones, eso significa que los maltratadores domésticos han vigilado sus actividades online, y el 54 % ha usado un software para hacerlo.

En 2019, Kaspersky ya alertaba de que el uso de stalkerware en dispositivos móviles había aumentado en un 67 % respecto al año anterior. Ahora, la compañía de ciberseguridad se une a otras entidades en la iniciativa DeStalk.

Se trata de un proyecto de la Unión Europea para combatir la ciberviolencia de género, para el que se cuenta con el apoyo de la Comisión Europea a través de su Programa de Derechos, Igualdad y Ciudadanía.

Por otro lado, los mismos problemas sociales que existen en el mundo físico los encontramos también en el ámbito digital. Eso no hace solo referencia al control, la manipulación, la vigilancia, la difamación, las amenazas y el acoso que sufren las mujeres por parte de los hombres.

La desigualdad de género también se ve en la diferencia que existe entre hombres y mujeres a la hora de poder acceder a Internet. Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, hay en el mundo 250 millones menos de mujeres que usan la red respecto al número de hombres.

Es más, en el propio uso de Internet, también hay marcadas claramente las diferencias entre géneros. La mujer sigue siendo apartada de los espacios de debate y toma de decisiones, y la mayoría de ataques a las que sí consiguen hacerse un hueco tiran de estereotipos y refuerzan la violencia histórica contra ellas.

¿Qué es la violencia digital?

 

¿Qué hacen las plataformas de Internet ante el acoso a sus usuarios?

A principios de 2018, la influencer Alexandra Pereira (antes conocida como Lovely Pepa) denunció públicamente el acoso y los insultos que recibía a diario en el foro de la revista Vogue. La publicación no tardó mucho en cerrar sus puertas.

En este caso, como el de otros medios de comunicación y redes sociales, se podría entender que los administradores de la página web tenían cierta responsabilidad sobre el contenido nocivo que se publicaba en él.

Esta responsabilidad, sin embargo, viene determinada por diferentes factores. Por un lado, el titular del portal debe de tener conocimiento de lo que está ocurriendo. Por otro, se evalúa la naturaleza de dicha actividad y la capacidad de control del administrador.

Ahora bien, aunque en algunos casos podría considerarse que tienen responsabilidad sobre los comentarios que se realizan en sus plataformas (no estamos hablando del contenido escrito por los trabajadores, sino por los usuarios), en ningún caso esta conllevaría una pena penal.

Como decíamos antes, las redes sociales y otro tipo de plataformas digitales cada vez más están poniendo remedio a este tipo de comportamientos. No hace mucho, Twitter expulsaba definitivamente a Donald Trump por incitar a la violencia.

Twitter, Instagram, Facebook y otros servicios también ponen a disposición de sus usuarios formas de denunciar el abuso, aunque lo cierto es que a menudo esto no sirve de mucho. Las redes siguen plagadas de insultos y todavía hay mucho por hacer.

¿Qué hacer si eres víctima de ciberacoso?

Las víctimas de ciberacoso no suelen actuar por miedo a las consecuencias. No podemos obligar a nadie a denunciar, pero lo más recomendable es ponerse en manos de las autoridades pertinentes si sufres violencia digital.

TikTok, Instagram, Facebook y Twitter cuentan con formularios de denuncia, pero lo más aconsejable es contactar directamente con la Policía (915 822 358) o la Guardia Civil (915 146 000). También puedes denunciarlo a través del Canal Prioritario de la Agencia de Protección de Datos.

Autor: Alba Mora, Editora de PCWorld

Alba Mora

Más de 5 años de experiencia en el sector, y una vida sintiendo pasión por la tecnología, le permiten a Alba analizar con propiedad lo último en smartphones, tablets, portátiles y accesorios para todos tus dispositivos.

 

“Buscar lo que es verdadero no es buscar lo que es deseable”

Albert Camus