“Somos la banda de culto más popular”. Con una sonrisa pícara que no se puede ver pero que se percibe a través del celular, Joaquín Levinton define así a Turf, la banda de (casi) toda su vida, para justificar el accionar y la existencia de esa máquina sofisticada de pop, creadora de hits que musicalizó estadios, festivales, radios, partidos de fútbol, programas de tevé. Después de una separación, un reencuentro, un puñado de singles y un álbum con el que volvieron a prender su fuego sagrado (“Odisea”, 2017), la noticia de estos días es la canción “Voy dejando atrás”.

El rasguido calmo & cálido de una guitarra acústica le abre paso a la voz limpia de Levinton, en dirección hacia el puente. Ahí comienza a escupir versos a otra velocidad, mientras todo lo demás se acelera con la entrada de la batería, algunos destellos eléctricos y sutiles detalles desde el teclado, todo tan Turf. La desesperación del “no hay nada por aquí, no hay nada por allá, no hay nada por ninguna parte” es la contraseña para que se desate el estribillo cual tormenta épica, con un coro que suena a multitud: “Voy dejando atrás lo que no me hace mas feliz, feliz”. Después de “Cuál?”, este es el segundo adelanto del sexto disco del grupo, con terminación y edición por ahora indefinidas.

“Habíamos demeado todo en nuestros estudios. Moska Lorenzo y Mariano Franceschelli (de Los Auténticos Decadentes) ya estaban trabajando en la producción de dos temas. También se iban a sumar otros productores como Coti y Julián Ares. Teníamos 14 canciones ya resueltas y reservamos un estudio para ir a grabar a partir del 1ro de abril… pero estamos a mayo y seguimos acá”, reseñó Levinton ante la consulta de Infobae, sobre los planes de la banda previo al estallido mundial de la pandemia y su consiguiente cuarentena.

 Será un misterio cómo se realizará, de ahora en más, la grabación de un disco. Supongo que se va a poder hacer, porque uno no se tiene que acercar demasiado

Levinton está pasando la cuarentena en su casa, en el barrio de Almagro, junto a su perra Raquel y también con su hermana y su hermano: “Vinieron a vivir conmigo para que no peligre la salud de sus padres, que son población de riesgo. Ellos también cantan, somos una familia muy musical: con mi hermana tenemos una banda de swing, Swingvergüenzas. Ahora durante la cuarentena editamos un EP, ‘Swinguentena, Vol. I’, que está subido a Spotify”.

Por fuera de la música, le esquiva un poco a las redes (“Ya hay más vivos de Instagram que muertos por coronavirus”) pero suele matar el tiempo con series y películas: “Después de ver la última temporada de ‘Better Call Saul’, que me encantó, quería ver a Jesse. Así que volví a ver toda ‘Breaking Bad’, lo que me resolvió dos semanas de cuarentena. Es espectacular esa dupla, Jesse y Walter White. Pero lo mejor que vi en la cuarentena es ‘Juansebastián’, la película documental sobre Juanse. Boludo, es hermoso. El chabón es un monstruito”, recomienda con entusiasmo.

-Después de tantos años y tantas canciones, ¿como empezás a trabajar y cuándo sentís que una canción está lista?

-Cuando yo siento que es un temazo, lo hago. Si no siento que sea bueno, no sigo. Bah, por ahí para vos el tema es malísimo, pero según mi punto de vista es lo más. Ahora es mi canción favorita de Turf. Me encanta el estribillo, tiene una cosa muy poderosa que parece que somos 100 cantando. La letra es muy simple, habla sobre dejar atrás algo que no tenés ganas de dejar. Y está bueno dar un paso al frente, para que no siempre sean pasos al costado (risas). Tiene una mezcla de nostalgia y lo contrario a la nostalgia.

-Se te escucha muy convencido con la canción. Cuando le mostrás novedades al grupo, ¿agarran viaje enseguida?

-(Se ríe) No, los tengo que laburar mucho a los chicos. Primero no se muestran muy convencidos, pero una vez que los convenzo, le ponen mucho amor y van con todo. Particularmente este tema, lo escribí yo y le hice una estructura musical, que después el grupo le buscó otra vuelta. Ellos siempre encuentran cuál es la mejor manera de darle otro vuelo musical a la canciones. Son muy pro, son muy buenos músicos.

-De la separación volvieron como si nunca hubieran dejado de estar activos, tocando por todos lados y sobre todo grabando música nueva, algo que no es tan habitual en los regresos de las bandas.

-Sí, eso es lo que más alegría me da. Lo más valorable de todo es que el grupo siga manteniéndose vigente con música nueva. Los grupos tienen un pico de creatividad y eso después se diluye un poco. Yo siento que Turf siempre redobla la apuesta. Insisto con esta nueva canción: tiene mucha fuerza, me sorprende, me transmite mucha emoción, me rompe la cabeza. Si no me emociona, no lo puedo cantar. Me pone muy contento que después de tantos años y tantas canciones, tenga más para contar y para cantar. Es como volver a escuchar por primera vez Turf. Yo siempre soy el primer crítico de nuestros temas. Soy el primero que va a decir que es una mierda o que no lo voy a disfrutar si no me convence.

-Hace poco participaron del Quilmes Rock con una versión de “Cuatro personalidades”, junto a Vicentico. ¿Cómo se dio eso?

-Lo de Vicentico estuvo buenísimo. Él es un capo, me encanta como cantante y me gusta su mala onda, me cae bien eso. Lo del Quilmes salió de él, él lo propuso y nos encantó. Le hizo unas voces espectaculares que quedaron geniales. La verdad que a veces veo las cosas que hacemos desde afuera y digo: qué lindo, qué copado esto que armamos, tuvimos mucha buena suerte. Esa es una canción que tiene más de 15 años y sigue pegando.