Unión iniciaba 2019 con muchas expectativas de poder conocer lo que es jugar de manera oficial una competencia internacional. Varias veces con otro jugadores pero muchos años atrás se había quedado en el umbral.

Lo cierto es que Leonardo Madelón y sus muchachos lo consiguieron y lo pudieron disfrutar, si bien es cierto su debut en Santa Fe fue inmejorable. Pero todo se pinchó en la altura de Quito, cuando Independiente del Valle le emparejó la llave y lo dejó en el camino por penales.

También hubo cuatro competencias en el año pero tres disputadas con la base que se desarmó a mitad de año. Llegaron nuevos intérpretes en el mercado donde Unión vendió como nunca antes.

El inicio de los rojiblancos fue inmejorable: atención a domicilio al campeón de América, en un pendiente por la famosa final de Madrid. Fue 2-1 en el Monumental el 23 de enero.

Después el elenco de Madelón caería en un pozo que tuvo buenos y malos resultados, pero que con un 0-0 sobre Estudiantes en casa el 6 de abril estamparía el ingreso a la Copa Sudamericana 2020.

Claro que antes llegaría la gran noche: 20 de marzo en el 15 de Abril con un 2-0 frente a Independiente del Valle, a pesar de los dos penales desperdiciados frente a un equipo que llegó diezmado e incluso con menos de la cantidad permitida para ocupar el banco de relevos.

El 17 de abril se esfumaría el primer sueño del hincha de rojiblanco, muy lejos de la capital de la provincia, intentando aguantar un resultado que se cristalizó de la misma manera que en la ida, pero para los ecuatorianos, con la posterior definición a favor para acceder a la próxima instancia.

Ese cuarto mes del año terminaría de la peor forma, por el 1-0 en contra frente a Barracas Central, que lo dejaba también fuera de combate en los 32vos de final de la Copa Argentina.

Era barajar y dar de nuevo, con ciclo cumplido para varios jugadores y nuevos rumbos para otros ante ofertas apetecibles. El panorama era claro en el segundo semestre.

Madelón tenía que poner su Adn sobre otros futbolistas que él pidió y llegaron al club. Pero con la Superliga como único foco de atención.

Arranque alentador, seguidilla de derrotas en fila y el momento más importante del año, para los jugadores, dirigentes e hinchas. Venía Colón al 15 de Abril, un rival eterno con el envión de ir en búsqueda de su primera estrella.

Y nuevamente los rojiblancos impusieron condiciones y se quedaron de manera inobjetable con otra edición del derby local. Nicolás Mazzola sería el héroe en una tarde calurosa en el 15 de Abril.

Lo que quedaría como saldo luego sería irregularidad, con resultados alternados, un buen cierre (victoria con Huracán y empate en Córdoba ante Talleres).

El Tate se fue de vacaciones, sabiendo que asoma otro desafío internacional y recuperar terreno a nivel local para prorrogar su presencia en torneos de otra magnitud.