Para Colón la final de la Copa Sudamericana debe ser borrón y cuenta nueva, dar cuanto antes vuelta página y enfocarse en los cuatro partidos que restan por la Superliga antes de fin de año.

Sin dudas que el partido histórico del 9 de noviembre marcó un antes y un después y ese objetivo tan grande de alcanzar la gloria en paralelo terminó perjudicando al equipo ya que el rendimiento y los resultados no fueron los mejores.

Y era obvio de esperar que la mente estuviera puesta en la definición ante los ecuatorianos, pero en ese lapso el Sabalero jugó por Superliga y por Copa Argentina y las estadísticas resultaron negativas.

De los últimos seis partidos que disputó el Sabalero ganó apenas uno, que fue en condición de local ante Godoy Cruz por 2-1 sufriendo, ya que por merecimientos el Tomba estuvo muy cerca de empatarlo.

Perdió cuatro encuentros, tres de ellos por Superliga, en el Clásico ante Unión por 1-0, con River 2-1 y el último como local frente a Atlético Tucumán por 2-0. Sumando claro está la final ante Independiente del Valle en la que cayó 3-1.

Y el único empate que registró se puede tomar como una derrota, ya que la igualdad ante Estudiantes de Buenos Aires (2-2) por Copa Argentina, se tradujo en eliminación en la serie desde los 12 pasos.

Así las cosas, en los últimos dos meses, el Sabalero apenas pudo conseguir esa victoria ajustada ante el último equipo de la Superliga como lo es Godoy Cruz. Por ello, ante Estudiantes está más que obligado a obtener una victoria.

En caso contrario, comenzará a complicarse con el tema de los promedios, en donde si bien tiene varios equipos por debajo de su línea, la realidad indica que hoy está a cinco puntos de Patronato quien sería el último elenco en perder la categoría.