La cuenta regresiva hacia la final de la Copa Sudamericana está por terminar y por eso hay un montón de sensaciones. No solo en los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes de Colón, sino también en las cerca de 30.000 almas que habrá en el estadio la Nueva Olla y los que están desperdigados por Santa Fe y Argentina.

La expectativa están grande que no se habla de otra cosa. Es un tema de la agenda y, pese a que el folklore es una fija, hablar de algo único y quizás irrepetible está en el aire. A medida que se vaya acercando el cotejo, será todavía más grande la expansión y por eso, los detalles que se van conociendo van generando un aura de júbilo.

Este jueves, que se trató de la jornada más tranquila, con el plantel ya concentrado en Asunción, se revelaron ciertos detalles que pusieron un toque de color a la gala que será transmitida a más de 100 países. El primero de ellos fue la pelota que rodará en un reducto que tendrá a 45.000 espectadores (con supremacía santafesina, claro está). Y también las camisetas.

Se sabía que Colón utilizaría la tradicional roja y negra tras una gestión especial semanas atrás. Esto atendiendo a que para la Conmebol el local es Independiente del Valle y por eso correspondía usar la alternativa blanca. Pero después de algunas tratativas, se cristalizó el deseo de ponerse la piel que tanto lo caracteriza.

 

 

Vale recordar que llevará un "parche" especial con el logo de la final y la mención del cotejo en el pecho. La indumentaria de Kelme saldrá a la luz con su estilo sobrio y que viene siendo cábala desde su arribo a comienzos de temporada. Las cartas ya están echadas y solo será momento de que llega el éxtasis, que se sueña sea con la gloria.