A principios de julio, el estado de salud de Carlos Salvador Bilardo mantuvo en vilo al mundo del fútbol argentino. Luego de estar bajo cuidados intensivos en terapia intensiva en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento durante un mes, fue dado de alta a principios de agosto y su condición fue mejorando poco a poco. Es así que este viernes, Jorge Bilardo habló del estado en el que se encuentra su hermano y dio buenas noticias.

“Carlos está bien. Estuvo mucho tiempo en cama, y va al kinesiólogo, pero ya camina por sí solo, se baña y come solo también. Será sometido a unos controles la semana próxima para seguir el tratamiento”, declaró en diálogo con Super Deportivo de Radio Villa Trinidad, de Santa Fe, acerca del presente que atraviesa el Narigón, ya fuera de peligro.

Claro que en su momento la situación crítica en la que se encontraba el ex entrenador de la Selección campeón en 1986 preocupó a toda su familia. “Carlos tenía de presión cuatro de máxima y tres de mínima, y vino Pachamé, le dio la mano y empezó a levantar. Los médicos nos habían dicho que nos despidamos porque ya estaba...”, fueron los detalles que brindó Jorge.

Uno de los temas por el que fue consultado el hermano del Doctor, de 81 años, fue acerca de si asistirán a lo que será la inauguración del nuevo Estadio de Estudiantes de La Plata, el próximo 9 de noviembre, en lo que será la vuelta del club a las calles 1 y 57. Jorge afirmó que la intención de él es poder presenciar ese momento junto a su hermano y explicó cómo sería la logística de ese día. “No sé cómo puede reaccionar Carlos, tenemos pensado ir con un enfermero o un médico”, sentenció.

Bilardo había sido internado este año debido a complicaciones en su cuadro por el síndrome de Hakim-Adams que le fue detectado a mediados del 2018. Este síntoma que padece, también conocido como hidrocefalia de presión normal o hidrocefalia normotensiva, es una enfermedad neurológica que se manifiesta habitualmente en adultos desde los 60 años en adelante. Suele ser diagnosticada erróneamente como Alzheimer, Parkinson, arterioesclerosis o síntomas propios de la vejez.

Uno de los últimos que pudo ver al Narigón fue Sergio Goycochea, que fue a visitarlo y compartió detalles de su evolución. “Está atravesando un problema de salud, en algún momento mucho más complicado. Pero la fuerza que tiene –que demostró como entrenador–, esa pasión y el cómo vivir las cosas es un gran aliado para poder llevar adelante esto. Me puse recontra feliz porque me recibió caminando, me abrió la puerta y me abrazó. Lo vi bien, ojalá siga progresando de esta manera”, dijo con una sonrisa el ex arquero.