Por tercer año consecutivo, el Gobierno no logró consenso con los sindicatos y aumentará “con fuerza de laudo” -por decreto- el salario mínimo vital y móvil, que estaba fijado en $12.500. El aumento será del 35 por ciento, en tres tramos no acumulativos. Se pagará un 13 por ciento en agosto; un 12, en septiembre; y un 10, en octubre, cuando la cifra complete los $16875.

La CGT rechazó de plano la propuesta que el ministro de Producción y Trabajo Dante Sica ofreció en la reunión del Consejo del Salario, en la sede su Cartera. La central obrera exigía un haber mínimo de $31.934, que equivale exactamente al costo de la canasta básica. Así lo explicitó el secretario general de la CGT, Héctor Daer, durante el encuentro. “Esperamos que le Consejo no espere un año para volver a reunirse y que las partes se citen en los próximos meses”, analizó el ministro, en diálogo con Clarín.

El salario mínimo docente, que por ley debe superar en un 20 por ciento al de los trabajadores comunes, llegará a $20.250. Nos vamos muy afligidos. Estamos muy lejos de los 3 $31 mil que necesitamos para dejar de ser pobres¨, destacó Sergio Romero, de la Unión de Docentes.

Además, la ley de movilidad jubilatoria, garantiza que si hay un aumento del salario mínimo, los jubilados que cobren el haber mínimo ($12.937) deberán recibirán al menos el 82% del mismo. Un millón doscientos mil jubilados recibirán en octubre $900 adicionales, calcularon en Producción.

La resolución además tendrá impacto sobre el seguro de desempleo que pasará de $4600 a $6300.

A pesar del rechazo rotundo a la propuesta oficial, Daer descartó una medida de fuerza al salir del encuentro. “Estamos próximos a un cambio de gobierno. La inestabilidad y la vulnerabilidad que estamos viviendo en estos días es un termómetro de la situación. La gente ya se expresó”, sostuvo en declaraciones a la prensa.

El gremialista justificó la posición de los sindicatos. “La actualización tenía que tener un valor que acompañara la caída de los ingresos sobre todo de los sectores más vulnerables”, dijo.

A pesar de la falta de acuerdo, Sica valoró la responsabilidad de empresarios y sindicatos. “Salvo cuando tuvimos el apagón estadístico del INDEC, el salario mínimo siempre representó entre el 55 y 60 por ciento de la canasta básica. Si se suman las asignaciones familiares se cubre hasta el 70 por ciento”, le dijo el ministro a este diario. Sica estuvo acompañado por Maximiliano Castillo, economista de jefatura de Gabinete y por la secretaria de Transformación Productiva Paula Szenkman. 

Por la alta inflación, el Ejecutivo había pagado el último tramo del aumento comprometido en 2018 y previsto para agosto en marzo. Esta vez, por el año electoral, se decidió no comprometer partidas del presupuesto 2020, explicaron en el Ejecutivo.

La reunión del Consejo estaba prevista originalmente para jueves 22 de agosto, pero el Poder Ejecutivo dispuso postergarla, tras la llegada de Hernán Lacunza al ministerio de Hacienda.

Representantes de las cámaras empresarias y de los gremios se reunieron en la Cartera de Sica. Entre los primeros se contaron Daniel Funes de Rioja, Julio Cordero, de la Unión Industrial, Pedro Etcheverry, de la Cámara Argentina de Comercio; Jorge Hulton, de la Cámara de la Construcción; Abel Guerrieri; de la Sociedad Rural; Adelmo Gabbi, de la Bolsa de Comercio y Jaime Campos de AEA; entre otros. Entre los segundos, además de Daer estuvieron el otro secretario general de la CGT, Carlos Acuña; Andrés Rodriguez, de UPCN; José Luis Lingeri, de Aysa; y Julio Piumato (de Judiciales), entre otros.

No hubo representantes de las organizaciones sociales y del ministerio de Desarrollo Social, que de todos modos siguieron de cerca las negociaciones. Es que por la ley de emergencia social, el salario social complementario que perciben los trabajadores de las cooperativas por los planes de empleo representa la mitad del haber mínimo. Militantes de varias organizaciones marcharon hasta la puerta del ministerio.

La reunión, que comenzó a las 15, fue cordial, pero la disconformidad de los sindicalistas se multiplicó luego de que se escuchara la primera y última oferta empresarial de la tarde. Funes de Rioja ofreció un 25 por ciento y un adicional no acumulativo a partir de noviembre. También diferenció el salario mínimo sin cargas de familias de aquel con cargas familiares. 

Acto seguido, Daer -en representación de la CGT- reclamó un aumento equivalente a la canasta básica. Luego, Edgardo Llano, de la CTA de los Argentinos, exigió que la paritaria se pagara en un único tramo en agosto y calculó la pérdida del salario real hasta agosto en un 32,5%. Pidió, además, que el Estado conforme un cuerpo técnico que calcule el monto del salario mínimo. Sin acuerdo, Sica levantó la sesión a las 16.