Las personas que padecen un trastorno de ansiedad pueden experimentar episodios repentinos de ansiedad intensa, acompañada de terror. Esto recibe el nombre de ataque de pánico, y puede causar mucha angustia e interferir con sus actividades cotidianas.

En estos momentos puede haber temblores, mareos, aceleración del ritmo cardíaco, sudoración, náuseas y dificultad para respirar. A nivel emocional ,existen pensamientos invasivos y miedo. Si alguien cercano sufre un ataque, estas son algunas formas de ayudarlo:

Tomá su mano

Es fundamental que se sienta acompañado y que sepa que no tiene que enfrentar su ansiedad solo. No tenés que decir nada, sólo tomar su mano y permanecer con él o ella.

Llevalo a un lugar tranquilo

Llevalo donde pueda sentirse seguro. Esto es importante cuando se encuentra en un sitio con mucha gente o ruido.

No menospreciar sus emociones

Jamás debés decirle que está exagerando. Es esencial entender que está pasando por un momento muy difícil y no presionarlo.

Ayudalo a concentrarse en su respiración

Respirar profundo puede ser muy útil. Pedile que inhale y exhale junto con vos y se concentre en eso.

Escuchá

A veces, lo único que necesita es desahogarse. Escuchá lo que está sintiendo, eso le ayudará a sacar los pensamientos negativos.

Preguntá qué necesita

No hay una guía exacta de qué hacer en el momento, pues todo depende de cada persona y de cada episodio. Lo mejor es que te diga qué podés hacer, si prefiere estar sólo o que lo acompañes.