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Espectáculo 23.08.2019

Baldío: la lucha de una madre de un hijo adicto al paco, en pantalla grande

La película dirigida por Inés de Oliveira Cézar fue la póstuma de la gran actriz Mónica Galán

Fuente: Clarín

Baldío es la última película en la que trabajó Mónica Galán, actriz de cine, teatro y televisión que murió en enero de este 2019 tras pelearle a un cáncer. Antes y durante el rodaje, ella y su amiga Inés de Oliveira Cézar, directora del filme, sabían de su enfermedad. Por eso, la película que se estrenó este jueves 22 en los cines argentinos, es un homenaje a ella, una despedida.

 

 

 

"Éramos muy amigas. Mónica era una trabajadora incansable. Llevaba la actuación en las venas. Para ella era importante hacer la película a modo de despedida, que nos diéramos ese último gusto haciendo a lo que a las dos nos gusta", recuerda Inés, en diálogo con Clarín.

Basada en un caso cercano a Oliveira y a Galán, Baldío tiene como protagonista central a Brisa, madre de un hijo adicto al paco. Ella es una actriz que mientras filma una película, convive con las apariciones repentinas de su hijo en su casa, casi siempre herido y consumido por la pasta base. Ha intentado todo para sacarlo de la droga y la marginalidad, y a pesar de ser manipulada por él, nunca baja los brazos.

"A mí me interesaba mucho esa historia, la forma de abordar estas temáticas desde otro ángulo. Porque, en general, se cuenta en primera persona lo que le pasa al adicto, o al loco, o al marginal. Pero no se aborda lo que es el entorno, lo que le pasa a los que acompañan”, explica de Oliveira, que comparte dirección y guión con Paula Benavente, sobrina de Galán.

"Por eso la protagonista no es el chico, sino la madre. Lo que cuenta es justamente todo el proceso por el que va pasando esa madre, un proceso silencioso, de incertidumbre, de impotencia, de ensayo y error, con la ilusión y la esperanza de que su hijo salga de ese mundo. Porque no hay un encuadre social, legal, terapéutico, que garantice nada. Entonces es muy difícil el camino del que acompaña. Sobre todo cuando se trata de un chico mayor de edad”, agrega, con un claro conocimiento de causa.

Mónica Galán encarna a Brisa, una actriz que lucha con la adicción al paco de su hijo.

Mónica Galán encarna a Brisa, una actriz que lucha con la adicción al paco de su hijo.

Filmada en blanco y negro, sin apelar a golpes bajos, y con toques de tragicomedia, Baldío parece ser también un homenaje al 'cine negro' que tanto amaba Galán y que aquí es rescatado por Oliveira Cézar y por Graciela Galán -hermana de Mónica-, directora de arte.

"A mí me encanta el film noir. También creo que en algunos puntos, esta historia, con estos personajes y temáticas de la marginalidad, rozan el género. Es como un juego con el cine. Porque Mónica y yo amábamos el cine. Entonces es también un homenaje al cine que amamos y a las películas que nos gustaron. El blanco y negro dialogaba muy bien con nuestro deseo", explica de Oliveira Cézar sobre su séptimo largometraje, que ya fue proyectado en el último BAFICI.  

Nicolás Mateo como el hijo paquero; Rafael Spregelburd como el director de cine egocéntrico; y Gabriel Corrado como la ex pareja de Brisa, completan el elenco de Baldío, que contó con las participaciones especiales de Leonor Manso, Luis Brandoni, Cecilia Dopazo y Ronnie Arias. 

Galán tiene sus roces con el director de la película, encarnado por Rafael Spregelburd.

Galán tiene sus roces con el director de la película, encarnado por Rafael Spregelburd.

"Yo tenía la esperanza de que Mónica llegara al estreno, cosa que empezamos a ver que quizás no sucedía. Por eso hicimos una proyección de un primer corte de la película en la sala de DAC (Directores Argentinos Cinematográficos), para que ella la pudiera ver en pantalla grande. Fue muy importante porque se fue feliz", cuenta.

-¿Por qué el título, Baldío?

-Lo que tiene de interesante un baldío es que es un terreno que está abandonado. Pero que podría ser un jardín florecido. Lo que pasa es que requiere trabajo. La idea de baldío, para mí, no es un cierre, sino un diagnóstico del estado de las cosas. Es lo que le pasa a esa madre con ese hijo. Son tantas las dificultades y los obstáculos, tanto internos como externos, pero ella no baja los brazos porque sabe que eso es un estado y que eso podría cambiar. No es una clausura.

El afiche de Baldío, con Mónica Galán como protagonista central.

El afiche de Baldío, con Mónica Galán como protagonista central.

-¿Por qué optaron por el blanco y negro?

-La decisión del blanco y negro tiene que ver con que hay secuencias fuertes. De pronto el hijo está lastimado, herido, secuencias un poco extremas. Entonces el riesgo del color es que esas situaciones funcionaran como golpes bajos. Y el centro de lo que queríamos contar iba a quedar desdibujado, se iban a devorar la película. Y no queríamos tampoco que fuera un noticiero. Nos interesaba hablar del proceso, que es mucho mas silencioso; del acompañamiento lleno de incertidumbres, de impotencia. Para eso que queríamos contar, el color se volvía un enemigo.

WD

“El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo”

Paulo Coelho