Cuando por fin decidimos dar el paso y quemar la grasa que sobresale de nuestro vientre o glúteos, normalmente solemos prometernos acudir de forma regular al gimnasio y someternos a una dieta sana y equilibrada. Diversas investigaciones han demostrado que no hace falta pasar horas en la cinta o levantando pesas para conseguir nuestros objetivos. Unos pocos minutos de ejercicio breve e intenso pueden ser tan efectivos como una caminata larga.

Los últimos descubrimientos apuntan a que los ejercicios a intervalos de alta intensidad (HIIT) pueden reducir en mucho menos tiempo la grasa acumulada que si optamos por otros más suaves. Eso sí, como reza el dicho popular, "quien algo quiere, algo le cuesta", y si quieres ver desaparecer esos michelines lo más rápido posible prepárate porque vas a sudar.

"La mayoría de los entrenamientos HIIT requieren menos de media hora de duración", explica Gretchen Reynolds, prestigiosa columnista de 'The New York Times' y autora de gran éxito por su libro 'The 20 Minutes'. "Normalmente requiere unos segundos o minutos de esfuerzo extenuante seguidos de un período corto de descanso y repetir la secuencia varias veces".

Este tipo de actividad física puede mejorar la condición aeróbica, reducir el nivel de azúcar en sangre o equilibrar la presión arterial. Pero a la hora de quemar grasa, el debate sigue candente: ¿vienen mejor los HIIT o un simple ejercicio de resistencia como salir a caminar o correr? La mayoría de los estudios publicados hasta la fecha son pequeños y tienen corto alcance, pero en opinión de Reynolds, sin duda viene mejor el HIIT.

Así lo atestigua un nuevo estudio académico publicada en 'The British Journal of Sports Medicine', realizado por investigadores de Brasil y Gran Bretaña para despejar las dudas ante este tema y reunir la mayor cantidad de datos posibles de todos los estudios ya existentes. Así, hallaron 36 de ellos que incluían experimentos aleatorios en vez de encuestas o datos epidemiológicos y que comparaban los efectos de la resistencia con los intervalos.

Las secuencias de ejercicio moderado consistieron en caminar, correr, andar en bicicleta o nadar durante 40 minutos. Mientras, los HIIT duraron muchísimo menos, incluso menos de diez minutos, y se componían de flexiones, sentadillas, burpees o saltos. También realizaron sprints de un minuto con descansos consecutivos de treinta segundos, así hasta tres series, lo que en este caso resultó en un ejercicio de menos de cinco minutos.

Después, los investigadores compararon la pérdida de grasa entre los sujetos. Los resultados fue que los que se dedicaron a hacer intervalos vieron una reducción significativa de su grasa corporal mucho mayor que los de resistencia. En total, los primeros perdieron 1,58 kilos de media, frente a los segundos que solo descendieron su grasa en 0,58. "Es una diferencia mínima", comenta Gretchen, "pero que a largo plazo puede significar mucho".

De hecho, la principal conclusión que se extrae del estudio es que "puede haber flexibilidad en la elección debido a la similitud de los resultados", según reconoció James Steele, profesor de la Universidad de Solent en Southampton, Inglaterra, y uno de los principales autores del estudio, a 'The New York Times'. Por ello, lo mejor será que alternes ambos tipos de entrenamiento. Será lo más eficaz.

Puedes empezar con una marcha ligera para así mejorar la resistencia, y al cabo de unos minutos, comenzar a hacer sprints. O también subir escaleras a un ritmo rápido con descansos de medio minuto en cada repetición. La clave es que por fin te pongas manos a la obra y, sobre todo, te alejes de la vida sedentaria, ya que de lo contrario, te resultará imposible perder peso.