Un caudaloso río de palabras, que incluyó acusaciones y chicanas, acompañó la suspensión del clásico que San Lorenzo y Huracán debían disputar el domingo 25 de noviembre por la 13ª fecha de la Superliga y que se canceló debido a la reprogramación de la superfinal entre River y Boca en que Monumental que finalmente no se jugó.

“Hicieron todo lo posible para que no se jugara el partido. Estaban dadas todas las condiciones para cumplir con el reglamento y no se hizo”, se había quejado entonces Alejandro Nadur, presidente del Globo, por la negativa de San Lorenzo de que el encuentro se reprogramara para el lunes o martes de la semana posterior. “No podemos aceptar que les falten el respeto a nuestros socios”, había retrucado su par del Ciclón, Matías Lammens, quien se oponía a que un partido de este calibre se jugara en un horario periférico.

El año futbolero se cerró sin que el duelo pudiera jugarse y unos cuantos se quedaron masticando bronca por ello. Finalmente los archirrivales de Boedo y Parque de los Patricios ya saben cuándo se verán las caras: la Superliga confirmó que el partido se llevará a cabo el domingo 20 de enero a las 18 en el Nuevo Gasómetro.

Este no es el único asterisco que se borrará durante el primer mes del año próximo. River, que adeuda cuatro encuentros, disputará dos durante enero: el sábado 19 a las 20 recibirá en el Monumental a Defensa y Justicia, en un duelo corresponde a la octava fecha, mientras que cuatro días más tarde, desde las 21, nuevamente será local frente a Unión (12ª fecha).

Con ello el certamen no quedará al día, ya que habrá otros cuatro cotejos que recién serán reprogramados después de que se realice el sorteo de la Copa Libertadores y se conozca el cronograma de partidos de los equipos argentinos en este torneo. Se trata de San Martín de San Juan-Boca (12ª fecha), Godoy Cruz-River (13ª fecha), Boca-Atlético Tucumán y Rosario Central-River (ambos de la 15ª fecha).