Este jueves, la fiscal federal Alejandra Mangano y el juez Claudio Bonadio iniciarán las indagatorias a los dos sospechosos detenidos por el homicidio de Xiomara Méndez Morales, la joven de 15 años que fue secuestrada a la salida de una escuela en Flores. A horas de la madrugada, el cuerpo de la menor fue encontrado en Ituzaingó.

Mientras tanto, el tío y la tía de Xiomara confirmaron que la víctima conocía a uno de sus captores, razón por la cual se habría subido a su auto sin oponer resistencia. "Ella salió de la escuela con las compañeras y un hombre la estaba esperando en la esquina. El hombre es remisero, como si fuera un familiar. Es un conocido de la familia", relató Katherine, tía de la víctima.

A pesar de haber identificado a uno de los sospechosos, la fiscalía espera poder obtener más pruebas a partir de una serie de allanamientos ya ordenados y de la autopsia de la menor de 15 años, que podrá confirmar las causas de su deceso. Hasta el momento se sospecha que Xiomara habría sido asfixiada.

El hallazgo se produjo después de que efectivos policiales iniciaron la persecución de un automóvil que había intentado evadir un control rutinario. Al llegar a Ituzaingó, los prófugos chocaron contra un remis y fueron reducidos por la policía.
 
Al inspeccionar el interior de vehículo se encontraron con la menor, maniatada, con la boca tapada con cinta de embalar y con una soga al cuello. Según relataron los familiares de la joven, tras el secuestro "le mandaron un mensaje desde el WhatsApp de la nena a su mamá" para pedir el rescate, y puntualizó que le solicitaron "dinero y también drogas" para liberarla. "
 

Si bien los padres se presentaron en la comisaria 38, allí no les tomaron la denuncia y decidieron entregar los $30 mil exigidos por los delincuentes a cambio de la libertad de la menor.