En una jornada con especialistas sobre ciberseguridad y tecnologías emergentes, organizada por la Fundación Big Data, expertos han afirmado que la posible magnitud y gravedad de un ciberataque no se vincula sólo a la vulnerabilidad de los sistemas informáticos sino también a otros factores relacionados con buenas prácticas de protección o concientización y formación.

La analítica “inteligente” de datos resulta clave frente al ciberdelito porque dota de utilidad a toda esa enorme cantidad de datos que existen en bruto en internet a la hora de desarrollar mejores defensas y soluciones frente a posibles ciberataques.

A su vez, la fiscal de sala coordinadora de Criminalidad Informática del Ministerio Fiscal,en España, ha advertido del alcance de la lucha contra la ciberdelincuencia, que no está limitado, sino que afecta todos los miembros de la sociedad y las organizaciones, con la tecnología como elemento clave.

Por ello, en las jornadas reconocen que la tecnología ayuda a avanzar a la sociedad, pero que la ciberdelincuencia afecta a la estabilidad política y de las personas con la dificultad de combatir conductas delictivas en este entorno no previstas en el ordenamiento jurídico. Este fenómeno “traspasa fronteras” y propone que los ordenamientos jurídicos evolucionen ante esto con rapidez y eficacia.

Desde el Centro de Sistemas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CESTIC),  consideran clave la ciberseguridad para asegurar el desarrollo con absoluta normalidad de las actividades profesionales y personales en la sociedad. La ciberseguridad es de tal relevancia hoy en día que es de hecho, una cuestión de Estado recogida en la Estrategia de Seguridad Nacional, no sólo en España o Europa, sino en todo el mundo.