En el transcurso de los últimos días el ejército sirio logró arrebatar a los terroristas su 'fuente de vida' en el desierto de Suwaida: sus reservas de agua fresca. Según comunica el corresponsal de Sputnik desde el desierto en el sur de Siria, sin agua los terroristas se debilitaron considerablemente.

Al mismo tiempo, las fuerzas gubernamentales de Siria siguen estrechando a diario el círculo alrededor de los terroristas de Daesh —organización terrorista proscrita en Rusia— que se instalaron en el área rocosa de Tulul al Safa.

El Ejército está empleando todos sus recursos para lanzar la ofensiva que acabará con los terroristas en esta región antes de que comience el invierno y haya precipitaciones.

Cada día los militares sirios toman bajo control nuevas posiciones y hacen que los terroristas huyan dejando detrás sus armas, reservas y medicamentos. De hecho, previamente los soldados gubernamentales de Siria también encontraron restos de pelo y de barbas que los terroristas se dieron prisa en cortarse para intentar mezclarse con la población local.