Este lunes por la tarde, la diputada porteña Myriam Bregman denunció que su compañero, el diputado nacional del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) Nicolás del Caño recibió amenazas de muerte en su celular. 

Las amenazas llegaron en forma continua y coordinada desde distintos números al celular del diputado nacional del PTS-FIT. En algunas de las imágenes -como se puede ver en la que ilustra esta nota- hay dibujos y fotos de Videla, acompañados de leyendas claramente alusivas al accionar de los militares genocidas.

En horas de la noche las amenazas continuaron, desde diversos números telefónicos y con todo tipo de comentarios insultantes y amenazantes.

Desde el PTS-FIT señalaron que están preparando toda la documentación necesaria para hacer la correspondiente presentación legal y judicial.

A poco de conocerse la denuncia, Del Caño comenzó a recibir innumerables muestras de solidaridad y durante la tarde el hashtag #RepudioAmenazasADelCaño fue TT en la red social Twitter.

Estas amenazas constituyen un hecho de extrema gravedad y se enmarcan en un clima político represivo que es alimentado desde el propio gobierno nacional y de los grandes medios de comunicación.

Ha sido el mismo oficialismo el que, recurrentemente, ha lanzado ataques contra la izquierda como parte de los ataques contra sectores de la oposición, dirigentes sociales, sindicales, de pueblos originarios y de organizaciones de derechos humanos.

El permanente hostigamiento discursivo y mediante la represión aportan a crear un clima favorable al accionar de grupos de tipo fascistoide que lanzan estas amenazas contra la izquierda.

Las amenazas ocurren un día antes del paro nacional convocado para este martes. Como ya es público y también parte de la tradición, la izquierda y el sindicalismo combativo realizarán cortes en diversos accesos de todo el país. Precisamente, la ministra de Seguridad ya habló de represión en caso de que esto ocurra.

Las amenazas se dan a apenas dos semanas del secuestro y la tortura que se llevó adelante contra la docente de Moreno Corina de Bonis. Ese accionar brutal también fue alentado por el discurso gubernamental contra los reclamos docentes.

La amenaza contra Del Caño es un hecho de extrema gravedad que no puede pasar desapercibido. Es necesario el repudio claro y abierto de todos los sectores que defienden o dicen defender las libertades democráticas.