El régimen de Kim Jong-un destruyó con una serie de explosiones su centro de pruebas nucleares de Punggye-ri, afirmó el canal surcoreano MBS, uno de los medios invitados, en una acción presentada por Corea del Norte como un gesto de buena voluntad antes de la posible cumbre con Estados Unidos.

Las instalaciones se encontraban dentro de una montaña granítica de 2.000 metros de altura en Hamqyong del Norte, una provincia del noreste del país, fronteriza con China. Estas instalaciones subterráneas fueron el lugar donde el régimen de Pyongyang llevó a cabo seis ensayos nucleares, el último en septiembre pasado. Su existencia fue revelada en octubre 2006 con el primer ensayo nuclear norcoreano, cuando dirigía el país Kim Jong Il, el padre del líder actual.

Según el canal estadounidense CBS, el sitio constaba de tres túneles, dos de los cuales todavía eran utilizables para llevar a cabo pruebas nucleares según el régimen.

Según señalaron geólogos chinos a fines de abril, el régimen pudo verse obligado a cerrar el lugar ya que el terreno sobre el que levantaba la instalación habría resultado muy dañado por los ensayos nucleares subterráneos realizados por Pyongyang.

Una cumbre en peligro
Al margen de la destrucción del sitio, Pyongyang arremetió de nuevo contra Washington por sus referencias al "modelo de desnuclearización de Libia". Hay incertidumbre en torno a la celebración del histórico encuentro entre el presidente norteamericano, Donald Trump y Kim Jong-un, planeado en principio para el 12 de junio en Singapur.

La vicecanciller norcoreana, Choe Son-hui, afirmó en un artículo publicado por la agencia oficial KCNA que "si Estados Unidos se reunirá con nosotros en una sala de reuniones o se enfrentará con nosotros en una confrontación nuclear, depende totalmente de la decisión y conducta de Estados Unidos".

Choe se dirigió directamente al vicepresidente, Mike Pence, al que acusó de hacer declaraciones "desenfrenadas e insolentes como que Corea del Norte podría terminar como Libia, que no se descarta la opción militar para hacer frente a Corea del Norte" y que Estados Unidos reclama la "desnuclearización completa, verificable e irreversible", de Pyongyang, enumeró la experta en relaciones con Washington.

La funcionaria advirtió que si la Casa Blanca ofende la "buena voluntad" norcoreana con "actos ilícitos e indignantes" le sugerirá a Kim "reconsiderar la cumbre", reseñó la agencia surcoreana Yonhap.