A los 87 años, Menem ya se encuentra condenado en el expediente de los sobresueldos y en el del contrabando de armas del Ejército a Croacia y Ecuador, en el que la Cámara de Casación demora resolver si confirma o no esa condena. Además está sometido al juicio oral que se lleva adelante actualmente por el encubrimiento en la investigación del atentado a la AMIA.

La Sala A de la Cámara Federal de Córdoba empleó varios tramos de la sentencia del contrabando de armas en su resolución de ayer para confirmar el procesamiento de Menem, que data de 2013 y fue revocado al año siguiente. La Cámara recordó que la voladura de la planta de Río Tercero, ocurrida el 3 de noviembre de 1995 con un saldo de siete muertos, más de 300 heridos y tres barrios destruidos, se realizó para ocultar pruebas del contrabando bélico que se desarrolló entre 1991 y 1995.

La planta cordobesa era el sitio al que arribaban las armas provistas por los cuarteles del Ejército y allí se las repintaba y embalaba en contenedores para enviarlas al puerto de Buenos Aires.

"Habría sido desde el vértice del poder que se habría adoptado la decisión que trajo como consecuencia la voladura de la fábrica. Menem, desde la posición de poder que ostentaba como presidente de la Nación y comandante en jefe del Ejército, no habría sido ajeno a la voladura", sostuvieron los camaristas Eduardo Ávalos y Graciela Montesi. Ignacio Vélez Funes votó en disidencia. "Menem suscribió los decretos -agregaron- que autorizaron las ventas de armas a destinos que luego se comprobaría fueron falsamente consignados a fin de encubrir el envío a Croacia y Ecuador".

"Esto ha sido un accidente"

El día de las explosiones el expresidente arribó a Río Tercero y, sin consultar ni él ni su comitiva a ningún directivo u operario de la fábrica, afirmó tajante ante una pregunta del periodismo: "Esto ha sido un accidente. Ustedes tienen la obligación de difundir estas palabras. Descarten absolutamente que haya sido un atentado". La frase y el contexto también figuran como otro elemento de peso en el fallo de ayer.

A partir de la voladura y durante varios años, aquellas frases del entonces presidente parecieron torcer el rumbo de la investigación y la Justicia procuró probar que se trató de un simple accidente.

Pero la única querellante, la abogada Ana Gritti, viuda de una de las víctimas, logró en soledad recoger pruebas y testimonios que señalaban, sin lugar a dudas, que se trató de un atentado y consiguió que se realizara un peritaje decisivo en 2003, en Serrezuela, que confirmó el hecho intencional.

Gritti falleció hace pocos años y sus dos hijas continúan la querella con los abogados Ricardo Monner Sans, Aukha Barbero y Horacio Viqueira. "Si tenemos en cuenta que a 23 años de iniciada la causa de las armas con mi denuncia, aún no se confirmó la condena de un expresidente, es auspicioso que la Cámara de Córdoba dé prueba de esta valentía en un sumario con siete muertos y 300 heridos", afirmó Monner Sans.

Por: Jorge Urien Berri