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Sociedad 17.05.2018

Los 14 vestidos de novia más célebres y lujosos de la historia de las bodas reales

Antes del casamiento de Meghan Markle y el príncipe Harry, un repaso por los atuendos de casamiento más recordados.

Fuente: Clarín por Por Laura Malpeli de Jordaan

A días del casamiento de Meghan Markle y el príncipe Harry, hacemos un repaso por los vestidos de novia más lujosos de los eventos reales. La asesora de imagen y directora de Styletto Laura Malpeli de Jordaan comparte con Entremujeres los detalles más recordados de cada uno.

Reina Victoria, con el blanco como eje central

Su boda, en 1840, marcó un antes y un después por varias razones. En primer lugar, por "popularizar" el blanco como opción para el vestido. No fue la primera novia en hacerlo pero, en su caso, se esperaba que recurriera a otros tonos, incluyendo metalizados. Por la cantidad de veces en que fue retratada con el vestido y por la popularidad que tuvo su enlace es que en cierto modo se convirtió en tendencia.

Una ilustración de la boda de la reina Victoria y el príncipe Alberto en Inglaterra. (AP)

Una ilustración de la boda de la reina Victoria y el príncipe Alberto en Inglaterra. (AP)

Varios interpretan que el blanco no se debió a la idea de proyectar un aspecto etéreo o virginal, sino que fue consecuencia del intento de la reina de apoyar a la industria textil local, que había sido afectada por los avances en maquinaria. Apoyando lo artesanal, la reina eligió una pieza de encaje de Honiton con un motivo que evocaba un diseño antiguo. Tener blanco como fondo era una excelente opción para destacar este minucioso trabajo y, por este motivo, William Dyce diseñó el vestido blanco con cola y velo de encaje.

Las clases altas se vieron inspiradas por su estética y también fue una manera de diferenciarse, porque era difícil y costoso obtener un blanco de este tipo en los tejidos.

El vestido usado por la reina Victoria durante su casamiento con el príncipe Alberto (AP).

El vestido usado por la reina Victoria durante su casamiento con el príncipe Alberto (AP).

Más allá de casarse ya siendo reina, otra de sus elecciones causó revuelo y críticas en su momento: no usó ninguna tiara y se inclinó por una corona de flores de naranjo, símbolo de pureza, y mirto, símbolo del amor y la felicidad. Esto también permitió que el broche con un zafiro azul se convirtiera en el accesorio más llamativo y era un obsequio del príncipe Alberto.

Una novia romántica con todas las letras, más aún en una época en que este tipo de enlaces no eran un broche de oro para una historia de amor.

Elizabeth II, inspirada en "La Primavera"

Se casó como princesa, a los 21 años, a fines de 1947. En su caso, la boda se dio poco tiempo después de finalizada la Segunda Guerra Mundial y varias personas enviaron cupones a la futura reina para que pudiera tener el vestido de sus sueños (aunque estos cupones fueron devueltos).

La entonces princesa Isabel II y su esposo Felipe (AFP)

La princesa Elizabeth II de Inglaterra y el príncipe Philip, duque de Edinburgo, el día de su boda (AFP).

El vestido fue diseñado por Norman Hartnell, inspirado en "La Primavera", de Sandro Botticelli, y en cierto sentido buscaba representar un renacimiento. Esta vez no fue blanco, sino en tono marfil, con hilos de plata, cristales, bordados con motivos florales y 10,000 perlas blancas.

La princesa Elizabeth II de Inglaterra y el príncipe Philip, duque de Edinburgo, durante la ceremonia (AFP).

La princesa Elizabeth II de Inglaterra y el príncipe Philip, duque de Edinburgo, durante la ceremonia (AFP).

La cola del vestido medía cuatro metros y medio de largo y el velo que lució tenía una tiara que pertenecía a su madre, que se rompió y debió ser reparada minutos antes de la ceremonia.

En el balcón. Felipe se naturalizó británico (AFP)

La princesa Elizabeth II de Inglaterra y el príncipe Philip, duque de Edinburgo, en el balcón (AFP).

El ramo que acompañó su atuendo estaba compuesto por "orquídeas blancas y una ramita de mirto que había crecido del arbusto que plantó la reina Victoria con su propio bouquet después de casarse".

Los novios saludan desde el carruaje (AFP)

La princesa Elizabeth II de Inglaterra y el príncipe Philip, duque de Edinburgo, el día de su boda (AFP).

Grace Kelly, un regalo de Hollywood

Su vestido fue diseñado por Helen Rose -ganadora de dos premios Oscar a Mejor Vestuario- para la boda que ocurrió en abril de 1956. De hecho, fue un obsequio de la Metro-Goldwyn-Mayer a la actriz. La falda abullonada era de tafetán y seda y, para el resto del vestido, se necesitaron varios metros de tul. El cuerpo del vestido era de encaje de Bruselas, cosido con perlas, se complementaba con un fajín de seda que destacaba su cintura.

La foto oficial de la boda de Grace Kelly y el príncipe Rainiero III de Mónaco (AFP).

La foto oficial de la boda de Grace Kelly y el príncipe Rainiero III de Mónaco (AFP).

Evitó la tiara y se inclinó por un velo tipo Julieta adornado con perlas, brillantes y una corona de flores de cera. Su elección del ramo también fue distinta a los grandes bouquets tradicionales; en este caso se trataba de un libro de oraciones adornado con perlas, acompañado de un pequeño ramo de lirios.

Grace Kelly se inclinó por un velo tipo Julieta adornado con perlas, brillantes y una corona de flores de cera. (AFP).

Grace Kelly se inclinó por un velo tipo Julieta adornado con perlas, brillantes y una corona de flores de cera. (AFP).

Su vestido fue mencionado más recientemente al compararlo con el que lució la Duquesa de Cambridge, Kate Middleton, al casarse con el príncipe William en 2011.

La boda de Grace Kelly y el príncipe Rainiero III de Mónaco (AFP).

La boda de Grace Kelly y el príncipe Rainiero III de Mónaco (AFP).

Carolina de Mónaco, ¿como la Princesa Leia?

En 1978, la princesa se casó con Philippe Junot luciendo una creación de Marc Bohan para Christian Dior.

Carolina de Mónaco junto a Philippe Junot

Carolina de Mónaco junto a Philippe Junot (Archivo Clarín).

Es un diseño simple, especialmente considerando que se trata de una boda real, con transparencias, superposición, mangas amplias, cuello redondo, apliques y flores en el cuerpo y la falda. El vestido no tenía cola y la simplicidad también se vio en las joyas. Lo que resultó llamativo y llevó a compararla con la Princesa Leia, de Star Wars, fue el tocado de flores blancas laterales.

La Princesa Carolina de Mónaco junto a Philippe Junot en su casamiento. Archivo Clarín

La Princesa Carolina de Mónaco junto a Philippe Junot en su casamiento (Archivo Clarín).

 

Lady Di, uno de los más míticos

En su boda en julio de 1981, la Princesa de Gales llevó uno de los vestidos de novia más comentados hasta el día de hoy.

La juventud de Diana, su belleza y calidez jugaron un papel fundamental en el entusiasmo mundial que despertó la boda (AFP)

La Princesa de Gales con uno de los vestidos de novia más comentados hasta el día de hoy. (AFP)

Diseñado por David y Elizabeth Emanuel, se convirtió en una referencia de lo que sería la década de los 80 y fue de los más imitados por la masividad de esta boda (750 millones de personas la vieron en todo el mundo) y el carisma de Diana.

El príncipe Carlos y Diana Spencer el día de su boda. (AP).

El príncipe Carlos y Diana Spencer el día de su boda. (AP).

El volumen es su factor distintivo y esto se observa en la gran falda, en las mangas abullonadas y en los volados a lo largo del escote, que incluye también moño y deja en segundo plano todo el trabajo de bordado en el torso. La cola desmontable, de casi 8 metros de largo, fue otro elemento del "exceso" de este atuendo que tuvo su toque más moderno en cómo Diana lucía su cabello corto.

FILE - This is a July 29, 1981 file photo of Prince Charles and his bride Diana, Princess of Wales, as walk down the aisle of St. Paul's Cathedral at the end of their wedding ceremony in London. Thirty-six years after Lady Diana Spencer married Prince Charles, The Associated Press has restored original footage from the wedding and is making it available to the public on YouTube. (AP Photo/File)

La cola desmontable, de casi 8 metros de largo, fue otro elemento del "exceso" de este atuendo. (AP).

Varias características tienen similitud con el vestido de novia de la reina Elizabeth II: es de tono marfil, tiene encaje antiguo y más de diez mil perlas.

En el altar. Carlos y Diana, en 1981 (AFP)

Varias características tienen similitud con el vestido de novia de la reina Elizabeth II (AFP).

El ramo fue confeccionado por la misma florista que hizo el de la monarca y en este caso, a las orquídeas blancas, se sumaron rosas, gardenias, fresias y lirios, cayendo en forma de cascada.

(files) this file picture taken 29 july 1981 shows prince charles and diana the princess of wales on the balcony of buckingham palace on their wedding day. ten years after her death in a paris tunnel on 31 august 1997, princess diana shows no sign of retreating into the shadows __ her most enduring legacy the ability, even now, to engage, capture and divide public opinion. afp photo_files_pa uk out to go with afp story _ package britain_royals_diana_10years _ gb_royaute_diana_10ans principe carlos princesa diana spencer lady di casamiento familia real reino unido inglaterra londres

El príncipe Carlos y Diana Spencer el día de su boda. (AFP).

Diana lució una tiara de su familia.

(FILES) In this file photo taken on July 29, 1981 Charles, Prince of Wales, kisses his bride, Lady Diana, on the balcony of Buckingham Palace when they appeared before a huge crowd, on July 29, 1981, after their wedding in St Paul's Cathedral.Britain has long entranced the world with its spectacular royal weddings, occasions of glittering pageantry and glamour that feed into a fascination with the British royalty. The July 29, 1981 marriage of the heir to the throne, then 32, to 20-year-old

El príncipe Carlos y Diana Spencer en el balcón del Buckingham Palace (AFP).

Reina Rania, un vestido casi ochentoso

En este diseño de Bruce Oldfield para el casamiento en 1993 todavía se observa la influencia de la década anterior, lo dramático y exagerado a través del tipo de género.

El Príncipe Abdullah de Jordania y la Princesa Rania en su boda. Archivo Clarín

El Príncipe Abdullah de Jordania y la Princesa Rania en su boda (Archivo Clarín).

También los bordados en hilo de oro y todos los detalles del atuendo como el cinturón, las solapas, las mangas cortas y los guantes.

El Príncipe Abdullah de Jordania y la Princesa Rania en su boda. Archivo Clarín

El Príncipe Abdullah de Jordania y la Princesa Rania en su boda (Archivo Clarín).

 

Estefanía de Mónaco, con falda corta

Fiel a su estilo rebelde, Estefanía eligió un vestido corto de encaje con mangas largas y escote corazón, para su boda en 1995.

Casamiento de la Princesa Estefania de Monaco con Daniel Ducruet. Archivo Clarín

Casamiento de la Princesa Estefanía de Mónaco con Daniel Ducruet (Archivo Clarín).

Los vestidos con falda corta fueron tendencia para las novias de estilo llamativo en esta década.

Princesa Estefanía de Mónaco, Daniel Ducruet y Rainiero Mónaco el día de la boda. Archivo Clarín

Princesa Estefanía de Mónaco, Daniel Ducruet y Rainiero Mónaco el día de la boda (Archivo Clarín).

Máxima de Holanda, con una tiara histórica como protagonista

Su boda en 2002 la mostró como una novia chic con un diseño en tono marfil a cargo de Valentino.

Máxima de Holanda, con una tiara histórica como protagonista. (AFP)

Máxima de Holanda, con una tiara histórica como protagonista. (AFP)

El brillo de la textura fue protagonista y permitió destacar su rostro mediante el cuello cerrado.

El brillo de la textura fue protagonista y permitió destacar su rostro mediante el cuello cerrado. (AFP)

El brillo de la textura fue protagonista y permitió destacar su rostro mediante el cuello cerrado. (AFP)

Las mangas largas ajustadas y el único detalle de apliques de encaje en ambos lados de la falda fueron parte de esta estética femenina y sumamente refinada de este vestido que llevaba una cola de 5 metros.

La reina Máxima y Willem-Alexander el día de su boda (AP).

La reina Máxima y Willem-Alexander el día de su boda (AP).

La tiara fue el accesorio protagonista, encargado de sujetar el velo con detalles florales, fue la misma que había lucido la Reina Beatriz en su boda con el Príncipe Claus.

La reina Máxima y Willem-Alexander, en primer plano (AP).

La reina Máxima y Willem-Alexander, en primer plano (AP).

El cabello recogido fue un acierto por lo cerrado del vestido y para que se luciera la tiara.

El cabello recogido fue un acierto por lo cerrado del vestido (AP).

El cabello recogido fue un acierto por lo cerrado del vestido (AP).

 

Letizia de España, con una diadema prusiana

Dos años después de Máxima, Letizia daba el sí con un diseño del español Manuel Pertegaz.

Dos años después de Máxima, Letizia daba el sí con un diseño del español Manuel Pertegaz. (AFP)

Dos años después de Máxima, Letizia daba el sí con un diseño del español Manuel Pertegaz. (AFP)

Aquí se destacaba el bordado en hilo de plata y oro en el escote en pico con cuello corola, en la espalda, en la terminación de las mangas y en el bajo de la falda.

Letizia y Felipe de Borbón (AP).

Letizia y Felipe de Borbón (AP).

En la cola, de 4,5 metros desde la cadera, se podía observar el tul bordado con motivos heráldicos.

Letizia y Felipe de Borbón (AP).

Letizia -con una cola de casi 5 metros- y Felipe de Borbón (AP).

Al igual que Máxima, Letizia lució la diadema que había usado la entonces Reina Sofía en su casamiento con Juan Carlos en 1962, la célebre diadema prusiana.

Letizia y Felipe de Borbón, en el balcón (AP).

Letizia y Felipe de Borbón, en el balcón (AP).

 

Princesa Charlene de Mónaco, en un Armani minimalista

Su boda con el Príncipe Alberto II de Mónaco tuvo lugar en 2011 y optó por un diseño chic y minimalista de Giorgio Armani, evitando lo más tradicional en estas bodas que son las faldas importantes o la gran cantidad de encaje.

Charlene y Alberto II de Mónaco (AP).

Charlene y Alberto II de Mónaco (AP).

Un claro ejemplo de "menos es más", con este diseño blanco roto, con hombros descubiertos y flores de piedras bordadas a mano, cristales y madreperlas en la gama de blanco y dorado, desde el centro en la zona superior hacia abajo, extendiéndose a nivel horizontal.

Charlene y Alberto II de Mónaco (AFP).

Charlene y Alberto II de Mónaco (AFP).

La princesa optó por evitar los complementos y joyas, limitándose a adornos plateados en el recogido del cabello.

Charlene y Alberto II de Mónaco (AFP).

Charlene y Alberto II de Mónaco (AFP).

Más allá de esta "simplicidad", se estima que se usaron 40.000 cristales Swarosvski y 20.000 piedras.

Charlene y Alberto II de Mónaco (AFP).

Charlene y Alberto II de Mónaco (AFP).

Los hombros descubiertos ya eran tendencia para este entonces. Sin ir más lejos, el año anterior, la princesa Victoria se había casado con Daniel Westling luciendo un diseño de Pär Engsheden con esta característica, aunque más imponente por su falda, por el ramo que lo acompañó y principalmente por haberlo usado con la imponente tiara de camafeos con la que se había casado su madre, la reina Silvia, en 1976.

 

Kate Middleton, con un icónico Alexander McQueen

En su boda de 2011 optó por un vestido en gazar satinado, encaje y organza con reminiscencias al de Grace Kelly, diseñado por Sarah Burton para Alexander McQueen.

Kate Middleton y el príncipe William (AP).

Kate Middleton y el príncipe William (AP).

En la zona superior presenta un escote corazón y está cubierto por encaje de manga larga formando un escote en V. Destaca su cintura también por la falda amplia, con volumen en la cadera, donde también lleva apliques de encaje y flores de seda, con una forma similar a la de una flor en plena apertura. La enagua es de tul de seda con adornos de encaje y el vestido cuenta con una cola de casi tres metros de largo.

Kate Middleton y el príncipe William (AP).

Kate Middleton y el príncipe William (AP).

Los complementos que se destacan son los aros, obsequio de sus padres, con forma alusiva al escudo de armas de la familia Middleton, y la tiara Cartier de la reina Elizabeth II, que la misma recibiera al cumplir 18 años por parte de su madre.

Kate Middleton el día de su boda (AFP).

Kate Middleton el día de su boda (AFP).

En el ramo se incluyó mirto, siguiendo con la tradición instaurada por la reina Victoria, así como lirios, jacinto y hiedra.

Kate Middleton y el príncipe William vistos desde arriba, durante la ceremonia (AP).

Kate Middleton y el príncipe William vistos desde arriba, durante la ceremonia (AP).

Kate eligió no recoger totalmente el cabello, manteniéndose fiel a su estilo y peinada de modo tal que no opacara los detalles del encaje ni sus joyas.

Kate Middleton y el príncipe William a la salida de la Abadía de Westminster (AFP).

Kate Middleton y el príncipe William a la salida de la Abadía de Westminster (AFP).

Este es uno de los vestidos icónicos dentro de las bodas reales más recientes, influyendo en la elección de vestimenta de varias novias. Además, H&M lo recreó en una versión low cost que denominan "vestido de encaje".

 

Stéphanie de Lannoy, de Luxemburgo, en tono marfil

Un año después, tuvo lugar la boda real en Luxemburgo, donde Stéphanie de Lannoy optó por un diseño de Elie Saab muy elaborado.

Stéphanie de Lannoy, gran Duquesa Heredera de Luxemburgo, usó un vestido del reconocido diseñador Elie Saab color marfil en encaje y tul.

Stéphanie de Lannoy, gran Duquesa Heredera de Luxemburgo, usó un vestido del reconocido diseñador Elie Saab color marfil en encaje y tul. (Archivo Clarín).

Era de tono marfil bordado con hilo de plata, mangas tres cuartos de encaje y el velo marfil bordado con hilo de oro.

Guillermo y Stéphanie el día de la boda.

Guillermo y Stéphanie el día de la boda. (Archivo Clarín).

 

Princesa Sofía de Suecia, con una corona de diamantes

El encaje en mangas se mantiene vigente y lo pudimos ver en el diseño de Ida Sjöstedt con el que se casó la princesa Sofía de Suecia en 2015.

Carlos Felipe de Suecia y Sofia Hellqvist

Carlos Felipe de Suecia y Sofia Hellqvist (Archivo Clarín).

En esta ocasión, el vestido contaba con distintos matices de blanco y lo complementó con detalles de color en el ramo y en la corona de diamantes y esmeraldas.

Carlos Felipe de Suecia y Sofia Hellqvist el día de la boda. AP

Carlos Felipe de Suecia y Sofia Hellqvist el día de la boda (AP).

 

Alessandra de Osma, bien romántica

En noviembre del año pasado, tuvo lugar la boda de Alessandra de Osma y el príncipe Christian de Hannover, donde lo romántico y el encaje dijeron presente a través de la creación del español Jorge Vázquez.

Alessandra de Osma y Christian de Hannover. EFE

Alessandra de Osma y Christian de Hannover. EFE

El diseño presenta una cola importante en gazar de seda doble italiana, con cobertura de encaje chantilly rebordado en hilo de seda con motivos florales en escote, falda y cola.

Alessandra de Osma y Christian de Hannover. EFE

Alessandra de Osma y Christian de Hannover (EFE).

Se complementa a la perfección con la imponente diadema de la Casa Real de Hannover que han usado, entre otras, Carolina de Mónaco en 2004.

“El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo”

Paulo Coelho