Probablemente ahora mismo tengas las manos posadas sobre uno de los objetos más sucios que tocas cada día. El teclado de tu ordenador – junto a tu móvil – está repleto de bacterias.

Tu escritorio de trabajo tiene 400 veces más bacterias que el asiento de un váter, según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Arizona, acumulándose mayormente en las teclas de tu PC. Pero eso no es lo peor: los microbios no solo viven en tu ordenador, sino que lo hacen durante mucho tiempo.

Otra investigación llevada a cabo en la Northwestern Memorial Hospital de Chicago encontró 2 tipos de bacterias resistentes a la mayoría de los antibióticos: Enterococos resistentes a la vancomicina  (VRE) y Estafilococo aureus resistente a la meticilina (MRSA). Ambos gérmenes pueden vivir hasta 24 horas en un teclado. También encontraron Pseudomonas aeruginosa, pero solo sobrevive alrededor de una hora.

La mayoría de estas bacterias viven en las personas – en la piel, boca y nariz – por lo que provienen de nuestras manos. A no ser que tengas un sistema inmune debilitado por otra enfermedad, entrar en contacto con estas bacterias no te va a causar un problema grave. No obstante, si podría causar infecciones en pequeñas heridas de la piel.

La cantidad de bacterias en el teclado del ordenador aumenta si es de uso compartido, también corriendo el riesgo de pasar enfermedades como la gripe, informan desde National Center for Reasearch.

¿Cómo y cada cuánto debería limpiar el teclado de mi ordenador?

Un estudio publicado en Academic Journals recomienda limpiar el teclado de tu ordenador al menos una vez a la semana para eliminar los microorganismos que pueda albergar.

Para limpiar el teclado de tu ordenador necesitas bastoncillos, un trapo y alcohol isopropílico. Es muy importante que uses isopropílico y no etanol, ya que este último puede borrar los símbolos de las teclas.

Primero dale la vuelta a tu ordenador para quitar todas las migas; incluso puedes aspirarlas si tienes una herramienta para tal fin o usar una brocha para quitar el polvo.

Después humedece el trapo con un poco de alcohol – puedes mezclarlo con agua si quieres – y pásalo por encima del teclado. Una vez limpiada toda la superficie pasa a las teclas; usa un bastoncillo humedecido en alcohol para rodearlas y asegurarte de que no te dejas ninguna bacteria escondida tras una tecla.

Si la suciedad se resiste en algunas teclas puedes usar la goma de un lápiz para eliminarlo.