La semana pasada, la Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto que tipifica el delito de tenencia de pornografía infantil, y estipula el agravamiento de las penas para que no sea excarcelable. La iniciativa fue avalada por abrumadora mayoría de los votos: 211 votos a favor y dos abstenciones.

De esta manera queda modificado el artículo 128 del Código Penal. La normativa, a su vez, establece que las penas se elevarán en un tercio cuando la víctima fuere menor de 13 años.

El Dr. Gonzalo Jeanglorges, abogado, escribano, mediador especialista en Derecho Infromático e Internet, dialogó al respecto con el programa "Línea Abierta" (FM 101.3) y contó que "en realidad nosotros desde 2008 teníamos tipificado la pornografía infantil pero en relación a la producción en menores de 18 años, solamente la tenencia estaba tipificada cuando el fin era la distribución o comercialización". 

"En la Argentina desde noviembre del año pasado incorporó hay un tratado internacional de 2001 que se llama Convenio de Budapest en el cual se exigía que la Argentina adecuara sus normas penales y justamente la tenencia simple de material pornográfico tenía que estar tipificado como delito", agregó Jeanglorges.

En el mismo sentido, el magistrado señaló que "la semana pasada se sancionó la ley en la Cámara de Diputados y lo único que falta para que entre en vigencia es que el Poder Ejecutivo lo promulgue o sino sale promulgado de hecho a los 10 días de su sanción".

Y continuó: "Lo que sí tiene que haber son delitos dolosos. La persona tiene que saber que tiene material pornográfico". 

En tanto, Jeanglorges explicó que será un delito de acción pública, "cualquier persona va a poder denunciar, no solamente la víctima". 

"Acá lo que se intenta es como el mercado negro de la pornografía infantil es tan grande y las redes sociales cuando hay casos de urgencia respecto a pornografía infantil, Twitter, Facebook, toman como causas urgentes y se manejan rápido en los bloqueos, pero también existe la Internet profunda en la cual hay material pornográfico que se vende con Beicont, moneda anónima por la que no se puede saber el origen", sostuvo el abogado.