El "Negro" Julio Alberto Zamora no la está pasando nada bien en Bolivia: debe más de 25 mil dólares a los médicos que lo trataron y le salvaron la vida después de sufrir dos ACV.

El problema es que el club que lo contrato, Potosí de Cochabamba, hace cuatro meses que no le abona los sueldos y no le responde las llamadas telefónicas. Ni a él ni al resto del cuerpo técnico. "Nunca quede debiendo a nadie, y esto me pone muy mal", dijo Zamora hace semanas en diálogo con la prensa boliviana. Y se puso a llorar, como pidiendo ayuda.

El pasado 5 de noviembre Zamora empezó a sentirse mal luego del partido Real Potosí que igualó con Universitario. Días más tarde fue hospitalizado en la clínica Aranjuez de Cochabamba, producto de dos infartos cerebrales.

Zamora jugó en Newell's, River Plate y dirigió varios equipos entre ellos Belgrano de Córdoba. El "Negro" recibió una alegría en las últimas horas, porque Pedro Troglio lo llamó pidiendo el número de cuenta para depositarle dinero.

La cuenta es la número 6500360737 del banco de Cochabamba. Otros de sus amigos son Oscar Garré, Julio Falcioni, Gustavo Alfaro, Salvador Ragusa, Juan Kopriva, Mariano de la Fuente, Ricardo Caruso Lombardi, Carlos Pachamé, Felipe de la Riva, Rodolfo Della Picca, Gustavo Raggio, Gastón Esmerado, Alfredo Berti, Alfredo Obberti y Ricardo Carnieri. Estos y otros técnicos convocaron a una reunión para el 21 de febrero a las 19 horas en el hotel Colombo de la calle Santa María de Oro 2747, donde analizarán cómo ayudar a Zamora.

"Tenemos que ayudar al Negro porque no la esta pasando bien en Bolivia", estimaron, según hizo circular su amigo Victor Bernay. "Nos estamos moviendo los amigos de Zamora para sacarlo de este problema" le dijo a Clarín Salvador Ragusa. Allá en Bolivia el hijo de Zamora (Joan Brian) es el encargado de recoger el dinero depositado en la cuenta bancaria. Los amigos le piden a hinchas de Newells y de River que colaboren "porque se ve que en Bolivia no lo van a ayudar.

Zamora contó que vive en una casa prestada, que vendió todo lo que tenía para poder vivir. "Me siento mal porque el club Potosí me informaron que no tienen deuda conmigo" y recordó que el contrato finalizaba a fin del campeonato. "Perdí todo, los directivos del Real Potosí no me atienden el teléfono y necesitamos ese dinero para abonarle a la clínica Aranjuez. Mi situación está al límite", dijo. El hijo del Negro resumió: "Lo peor ya pasó, ahora sólo resta pagar la deuda con médicos y la clínica. Gracias todos los argentinos que nos están ayudando"