El Concejo Municipal de la Ciudad de Santa Fe decidió elevar la tasa del Drei que tributa Casino Santa Fe del 6,3% al 9%. Desde la empresa aseguraron que es un incremento “desproporcionado” y adelantaron que deberán cerrar unidades de negocios por el fuerte incremento de los costos.

Ante este escenario, los empleados —nucleados en los gremios Alera (sindicato del juego) y el de los gastronómicos (Uthgra)— se movilizaron esta mañana al municipio para pedir una reunión con funcionarios municipales y concejales.

“De prosperar esta medida se comprometen unos 400 puestos de trabajo en la ciudad, por la suspensión de inversiones y eventos. Y en lo inmediato, desde el Casino nos informaron que se ven obligados a adelantar vacaciones y despedir unos 100 empleados. Estamos muy preocupados”, advirtió Ariel Faccione, secretario gremial a nivel nacional de Aleara, en una entrevista con C&D Litoral de la que también participó Ernesto Ramos (Uthgra).

El conflicto que atraviesa Casino Santa Fe generó un hecho inédito: por primera vez en diez años, este jueves el Casino estuvo cerrado en el puerto.

Ayer, Luis Tallarico —delegado de los trabajadores— contó que desde la empresa le avisaron que la semana que viene tienen previsto realizar 100 despidos y que el restaurante Aleste —en la Costanera Este— será una de las primeras unidades de negocios en cerrarse, ante este nuevo escenario tributario.

“Desde el Casino argumentan que no pueden afrontar de otra manera el aumento en el costo del Drei. Nosotros quedamos en el medio pero no queremos que se pierda un solo puesto de trabajo”, señaló Tallarico.

Mientras aguardaban ser recibidos por funcionarios del municipio, Faccione y Ramos adelantaron que de no encontrarse una salida al conflicto tienen previsto incrementar las medidas de protesta a partir del lunes (los gremios están en estado de alerta y movilización).

La posición del Casino

El martes, Marcelo Creado, director Corporativo y Apoderado de Casino Santa Fe, le dijo a El Litoral que “este incremento -evidentemente desmedido y fuera de toda lógica económica- es el sexto cambio impositivo sufrido desde nuestro inicio de actividades, y cuya sumatoria ha distorsionado sensiblemente la ecuación económica del negocio inicial, llegando con el ahora cuestionado a un nivel insostenible”.