El cordobés de la Juventus "jugó de Messi" en el entrenamiento de este

domingo en Moscú, el penúltimo en la capital rusa antes de viajar mañana

por la tarde rumbo a Krasnodar, ciudad situada a más de 1.300 kilómetros de

donde volverán a practicar antes del mediodía de este lunes.

Messi fue el único integrante de la delegación que abandonó Rusia luego del

partido de este sábado en el que Argentina venció a Rusia por 1 a 0 con un

gol de Sergio Agüero sobre los 40 minutos del segundo tiempo, en un

encuentro disputado en el remodelado estadio Luzhniki (fue fundado en 1956

y ya había recibido un reciclado en 2013).

En ese estadio se jugará el partido inaugural y la final del Mundial del

año próximo, certamen para el que Argentina se concentrará en el Centro de

Alto Rendimiento de Bronnitsy, lugar situado a 55 kilómetros de Moscú que

este domingo fue visitado por la prensa argentina.

Claro que la idea del cuerpo técnico del seleccionado, consensuada con los

principales referentes del plantel y obviamente la dirigencia de AFA, es

concentrarse en los días previos a su llegada a Rusia para el Mundial en la

ciudad de Barcelona, tanto para estar en un ambiente más familiar a los

futbolistas argentinos como para eludir el clima normalmente muy frío de

Rusia, donde el plantel supo entrenar con nieve estos días.

Claro que esto no ocurrió hoy, cuando en el predio de Spartak, de Moscú,

los titulares del juego ante los rusos realizaron solamente trabajos

regenerativos mientras Sampaoli se ocupó de armar con el resto el equipo

que enfrentará a los africanos.

De hecho esos titulares trabajaron en el gimnasio (Javier Mascherano,

Giovani Lo Celso y Germán Pezzella fueron los más activos) mientras los

demás desarrollaban una práctica de fútbol informal de 40 minutos contra

los sparrings del seleccionado argentino sub 20 que conduce Sebastián

Beccacece.

Obviamente esos futbolistas que actuaron ante Ezequiel Barco y compañía

fueron en su totalidad distintos a los que actuaron el sábado, pero en su

mayor parte serán los mismos que verán acción desde el comienzo ante los

nigerianos el martes próximo desde las 13.30 (hora argentina).

Los juveniles del sub 20 se vieron reforzados durante ese partido de tiempo

exclusivo por el arquero Nahuel Guzmán, que será suplente también el

martes, pero en este caso de Agustín Marchesín, ya que Sampaoli supo

probarlo frente a Singapur, en el segundo amistoso de su ciclo, y los

volantes Fernando Belluschi y Emiliano Rigoni.

Los que si jugaron para los probables titulares del martes fueron los que

ingresaron en el segundo tiempo frente a los rusos como Éver Banega,

Alejandro Gómez, Cristian Pavón, Diego Perotti y el mencionado Dybala, que

en el 3-3-1-3 que armó Sampaoli fue ese "1", moviéndose por todos los

sectores que suele hacerlo Messi, o al menos que Sampaoli pretende que lo

haga, sin circunscribirlo a nada específico.

Esa formación que paró Sampaoli y que tiene grandes chances de arrancar el

partido del martes, se conformó con Agustín Marchesín; Emanuel Mammana,

Federico Fazio y Emiliano Insúa; Éver Banega, Leandro Paredes y Alejandro

Gómez; Paulo Dybala; Cristian Pavón, Darío Benedetto y Diego Perotti.

Si este equipo se confirma, Argentina formará una delantera típicamente

"boquense", ya que a Pavón y Benedetto se sumará Perotti, el delantero de

la Roma que según Sampaoli "es el jugador más desequilibrante de la

actualidad en el uno contra uno después de Neymar" y supo actuar sin

demasiado suceso durante 2014 (aquejado por las lesiones, entró solamente

en dos partidos).

Pero además el seleccionado contará en ese encuentro con otros tres

futbolistas formados en la cantera "xeneize" como Insúa, Paredes y Banega,

lo que dará seis de 11. Justamente "la mitad más uno". Y eso que Sampaoli

es un confeso hincha de River.