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Salud 17.09.2017

Esta aplicación te indica cuándo estás deprimido ¿Quién más te lo dice?

Muchas aplicaciones de salud mental que están en desarrollo esperan recolectar y analizar información sobre los sentimientos de los usuarios y sus vidas sociales.

Fuente: Infobae

Un mensaje de Facebook aparece en la pantalla de mi teléfono: "¿Qué está pasando en tu mundo?".

Es de un robot llamado Woebot, cuya creación es de la psicóloga de la Universidad de Stanford, Alison Darcy.

Woebot parece preocuparse por mí. La aplicación me pide una lista sobre mis puntos fuertes y recuerda mi respuesta para que me pueda animar más tarde. Me ayuda a establecer una meta para la semana y así lograr ser más productiva en el trabajo. Me pregunta sobre mis estados de ánimo y mis niveles de energía.

"Te ayudaré a reconocer los patrones porque… (sin ánimo de ofender) los humanos no son buenos para eso", expresa Woebot con una sonrisa.

Esa aplicación sabía que me sentí ansiosa el miércoles y feliz el jueves. Pero ¿quién más podría saberlo? A diferencia de un podómetro, que sigue algo tan impersonal como los pasos, muchas aplicaciones de salud mental que se están en desarrollo esperan recolectar y analizar información sobre los sentimientos de los usuarios y sus vidas sociales.

"Los datos de salud mental son algunos de los datos más íntimos que puedan existir", señaló Adam Tanner, miembro del Instituto de Ciencias Sociales Cuantitativas de la Universidad de Harvard.

Los chatbots han existido desde los años sesenta pero los avances de la tecnología ha hecho que estos robots sean más inteligentes. Woebot es uno de los grupos emergentes de intervenciones tecnológicas que apuntan a detectar y tratar trastornos de salud mental.

No son para todos. Algunas personas pueden preferir deshacerse de un ser humano, y muchas aplicaciones son obstaculizadas por los errores y las condiciones de privacidad. Sin embargo, las nuevas tecnologías pueden llenar vacíos en los tratamientos actuales mediante la detección de síntomas y actúan como entrenadores para personas que, de otra manera, nunca buscarían consejería.

Por un lado, los clínicos y expertos en privacidad están dando la bienvenida a estas nuevas iniciativas mientras que, por el otro, sostienen señales de advertencia. La tecnología podría ser una herramienta poderosa para mejorar el tratamiento. Pero un problema emocional, si se conoce de antemano, puede afectar la cobertura del seguro, arruinar las posibilidades de conseguir un trabajo o cambiar la opinión de un empleador. Con posibles cambios en la ley de salud, no está claro si las condiciones preexistentes de salud mental podrían ser utilizadas una vez más para cobrar más a las personas por los seguros o, definitivamente, negarles la cobertura.

Dejando a un lado la privacidad, la promesa de recolectar datos supone la capacidad de hacer una imagen holística del estado mental de una persona de una forma mucho más precisa que las evaluaciones regulares que se realizan en la oficina de un médico.

"Nuestra intención es preguntar ¿cómo podemos medir de una manera discreta y pasiva?", comenta Tom Insel, ex director de los Institutos Nacionales de Salud Mental de Estados Unidos.

Insel se asoció con Paul Dagum, un antiguo experto en seguridad cibernética, para crear una empresa que analiza la información de los teléfonos de los consumidores para crear "biomarcadores digitales" que pueden predecir la depresión, la ansiedad y la esquizofrenia.

Bajo el nombre de Mindstron, la empresa rastrea los golpes y las pulsaciones de los usuarios y lo compara con las velocidades de reacción, entre otras cosas. Muestra las ubicaciones y la frecuencia de los textos y las llamadas. También rastrea el uso de la palabra. Sin leer los correos electrónicos de la gente, Minstrong puede mirar "histogramas de palabras" que muestran la frecuencia con la que se usan ciertas palabras.

Cuando la gente se deprime "hay un cambio en los pronombres y en lugar de decir "nosotros, tú, ellos" se convierte en "yo, yo, yo"", tal y como apunta Insel.

La evidencia ha demostrado que Mindstrong puede estar en lo cierto. Dagum comentó que han encontrados fuertes correlaciones entre el comportamiento telefónico y las medidas cognitivas tradicionales. Mindstrong está llevando a cabo un estudio de 100 personas con Stanford y planea publicar los resultados en las próximas semanas.

Mindstrong también se ha asociado con una compañía de seguros que ejecutará un programa piloto para 600 miembros con trastornos graves. Para la aseguradora, que Mindstrong se negó a nombrar, la detección temprana de un episodio psicótico o una recaída en la depresión podría ayudar a guiar al miembro a acceder antes a un tratamiento, evitando así costosas hospitalizaciones.

Woebot también tiene datos que confirmarían su beneficio. En un estudio realizado a 70 personas de edades entre 18 y 28 años, los puntajes que miden la depresión disminuyeron significativamente en el grupo que charló con Woebot en comparación con aquellos que leyeron un libro de los Institutos Nacionales de Salud Mental.

Sin embargo, la tecnología puede llevar a muchos errores y Woebot podría interpretar mal las respuestas.

A fin de cuentas ¿debo preocuparme por lo mucho que estas aplicaciones saben de mí?

Mindstrong dijo que protege a los clientes evitando el uso de datos de comportamiento para vender productos.

"Somos una empresa de salud y necesitamos construir una marca de confianza total", apunta Richard Klausner, presidente ejecutivo de Mindstrong y ex director del Instituto Nacional del Cáncer.

“Para ser irremplazable, uno debe buscar siempre ser diferente”

Coco Chanel