"¿Alguien cree que el 1 de octubre no votaremos? ¿Qué tipo de gente se piensan que somos los catalanes? En Catalunya somos demócratas", revindicó Puigdemont ante una multitud en la Tarraco Arena de Tarragona, una localidad costera situada a unos 100 kilómetros al sur de Barcelona.

Con este acto, el líder independentista dio el puntapié inicial de la campaña para el referéndum secesionista, que se extenderá hasta el próximo 29 de septiembre, y desoyó la advertencia del delegado del gobierno central en Cataluña, Enric Millo, quien aseguró que su celebración era considerada "un delito".

También desde Madrid la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que el evento "tendrá su respuesta", dando a entender que tomarán medidas judiciales contra los organizadores.