En Coronda sucede algo particular. Resulta que los inhibidores de señal de la cárcel perjudican a los mismos vecinos: “¿Por qué tanto protocolo para la gente?, acá estás un par de días sin agar el teléfono y comienzan a intimarte para pagar tus deudas. Pero al revés no pasa, el protocolo que hay que hacer para hacerle reclamos a claro es bastante importante. Hay que ir a la defensoría del pueblo, hay que hacer un descargo en los locales en la ciudad de Santa Fe y de ahí más reclamos y reclamos”.

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También dijo: “El servicio penitenciario está tratando de  corregir la señal de los inhibidores, el mismo servicio lo reconoce, están causando una influencia directa en el servicio telefónico de los vecinos”.

Sin embargo no es el primer caso en el país: “Hay un antecedente, sucedió el año pasado en la cárcel de Piñero. ENACOM, el ente nacional de comunicación, ordenó por acta que cesen los funcionamientos de los inhibidores de la cárcel porque perjudicaban a la empresa CLARO, ya que habían perdido muchos usuarios”  

Por último sentenció: “Al menos que la gente no se mueva y reclame, la empresa no va a pedir que arreglen los inhibidores o que los desactiven, porque ellos a la señal la brindan”