A esta altura y luego de 11 fechas disputadas, nadie puede dudar de la importancia y la influencia que tiene Diego Vera dentro del plantel sabalero. En poco tiempo el uruguayo se ganó el respeto de sus compañeros, dirigentes e hinchas. Fue clave en los dos Clásicos, en el primero no marcó pero fue una de las figuras a la hora de manejar el partido junto a Pablo Ledesma y en el último inventó el penal y luego lo ejecutó con mucha jerarquía para establecer el empate en un momento crítico para Colón.

Justamente Vera no quiso perderse el choque ante Unión aún sabiendo que no estaba en su plenitud, a esta altura la realidad marca que el uruguayo jugó ese partido por tratarse del clásico rival, si hubiese habido otro adversario enfrente, Viruta no habría jugado. De hecho debió ser reemplazado en la etapa complementaria ante el Tate, que en otro momento con el equipo empatando esa situación no se habría concretado.

Por ese motivo fue rápidamente descartado para el enfrentamiento ante Temperley y ahora se aguardará su evolución para determinar si juega el sábado ante Gimnasia de La Plata. Da la sensación que el haber estado ante Unión terminó siendo contraproducente para su estado físico, pero el delantero no quería perderse por nada del mundo ese partido y por eso fue titular. Se notó en el transcurso del juego que no estaba al 100% de sus posibilidades, pero aún así resultó determinante.

Y vaya si es importante para Colón, que marcó cinco goles consecutivos, hasta ahora lleva ocho partidos como titular y uno como suplente que fue justamente en su debut ante Olimpo cuando ingresó en el segundo tiempo. Las estadísticas son elocuentes en cuanto al promedio de eficacia que adquiere Colón con Vera en cancha, en contraposición a cuando el charrúa no fue de la partida.

De los ocho partidos que Viruta fue titular, el Sabalero ganó siete (Unión, Lanús, Belgrano, Godoy Cruz, Quilmes, Tigre y Sarmiento) y empató uno (Unión). Es decir que el equipo obtuvo 22 puntos sobre 24 en juego con una eficacia del 91,6%. Un promedio impactante.

En cambio en los dos partidos que Vera no estuvo presente, el Rojinegro sumó un empate (Atlético de Tucumán) y una derrota (Temperley). Mientras que en el cotejo que ingresó en la etapa complementaria Colón igualó 1-1 como local ante Olimpo. Así las cosas, en los tres partidos que el uruguayo no jugó o arrancó en el banco Colón sacó dos puntos sobre nueve con una eficacia del 22,2% infinitamente inferior a cuando Viruta es elemento titular.

De allí lo clave que resulta su presencia, no se equivocó José Vignatti cuando insistió tanto para que el ex-Independiente se ponga la camiseta rojinegra. No necesitó proceso de adaptación, llegó, jugó y rápidamente se metió a la gente en el bolsillo. Pagó con goles y con grandes actuaciones, ya que incluso cuando no convierte es importante en otras cuestiones. Y los números son elocuentes, con él desde el arranque Colón alcanzó el 91,6% de eficacia sin él o cuando lo hizo desde el banco apenas el 22,2%. La síntesis perfecta de lo que implica la presencia del 12 en el campo de juego.