Agrana Fruit fue comprada por capitales austríacos y en el afán de reducir costos para incrementar las ganancias decidieron cerrar la planta productiva ubicada en Coronda para trasladar toda su labor, excepto el sector de congelados, a la Bella Vista provincia de Corrientes donde la firma adquirió una planta de la competencia recientemente.

La situación preocupa a los trabajadores de la empresa y al pueblo corondino ya que muchos de ellos quedarían sin trabajo. A pesar de que la empresa pagará, en algunos casos, los montos correspondientes a un arreglo económico mucho de sus trabajadores no están conformes con ellos y quieren mantener su empleo.

La reducción de personal alcanzaría a la mayoría de sus empleados que forman parte de la cadena desde hace más de 20 años y solo mantendrían su lugar unos pocos del área de congelados y administrativos.

Por su parte, el Gobierno Provincial desembarcaría en la tarde del martes en Coronda para dialogar con los empresarios e intervenir a favor de los trabajadores.

 

El otro lado

Juan Peratitis, periodista corondino, compartió con Radio Uno 101.3 el audio de uno de los trabajadores de Agrana Fruit.

Gustavo Venegas es el papá de Mateo, quien sufre una enfermedad cardiaca congénita, retraso madurativo, mental y motriz  y esposo de una mujer que padece cáncer. Como si esto fuera poco, es uno de los empleados que ve comprometido su puesto de trabajo por la decisión de la firma austríaca. El hombre denunció que “nos quedamos sin nada después de 13 años de trabajar acá” ya que no le habrían ofrecido nada. “Ellos decían una cosa, pero si ellos lo hubieran dicho a nosotros ‘mirá, la fábrica se va. Arreglen’; nosotros arreglábamos tranquilos. Ahora nos quieren dar el 50% que no nos alcanza para nada”, manifestó Venegas.

Además de la necesidad del dinero para la vida cotidiana, Gustavo se enfrenta a los problemas de salud de su hijo y su esposa, que sumado a los altos costos que tienen los tratamientos que ya no entran en la obra social; al perder en el empleo perdería la cobertura con la que cuentan hoy en día.

A pesar de no ser la mejor situación, el hombre reconoció que aceptaría que le paguen una indemnización completa porque podría invertir ese dinero para generar un sustento. “Con una indemnización completa uno puede invertir en algo. Yo trabajaba de albañil antes de entrar a la fábrica. Si nos quieren dar el 50 no nos alcanza para nada”, contó.