La policía francesa detuvo en la noche del domingo a más de 141 personas y nueve de ellas permanecerán bajo custodia policial tras protagonizar disturbios en París, Estrasburgo, Nantes, Grenoble y Poitiers, después de que el liberal Emmanuel Macron fuera electo presidente.

Los arrestados agredieron a agentes de policía y causaron daños al mobiliario urbano, comunicó hoy el Ministerio de Interior.
En París, los incidentes tuvieron lugar en el popular barrio de Ménilmontant, en el noreste de la capital francesa, donde unos 300 manifestantes de extrema izquierda se congregaron para repudiar el resultado del balotaje.

Al llegar, fueron rodeados por numerosos efectivos antidisturbios que utilizaron gas lacrimógeno luego de que algunos de los manifestantes realizaran pintadas en las paredes y dañaran un vehículo privado y uno de la policía, según informó radio France Info.
Posteriormente la policía ingresó a un bar donde los manifestantes habían encontrado refugio y tras derribar la persiana metálica, ingresaron para detener a quienes se escondían dentro del bar Sans Saveur.

Asimismo, el sitio activista Paris Lutte Info denunció que una camioneta 4x4 atropelló a un manifestante, que se encuentra hospitalizado.

Protestas similares que finalizaron con enfrentamientos con la policía tuvieron lugar en las ciudades de Nantes, Grenoble y Poitiers, que albergan a grandes centros universitarios, pero no hubo detenidos, según la radio France Inter.

Mientras que en Estrasburgo, una marcha de la ultraquizquierda fue atacada por militantes de ultraderecha sin que interviniera la policía, según puede apreciarse en videos que se propagaron por las redes sociales.

Tras la primera ronda de las elecciones presidenciales hace dos semanas, ya hubo enfrentamientos entre radicales de izquierda y la policía. Entonces se realizaron 143 detenciones temporales.