Erika Figueroa, secretaria de Educación de la municipalidad, expresó que “es mentira que falten bancos y pizarrones en el nuevo edificio del Liceo Municipal (en el Molino Marconetti). Es verdad que aún no está funcionando el ascensor porque está previsto para la última etapa de la obra. Obviamente, en la planta baja se están dando las clases y talleres donde asisten personas con problemas de movilidad. En la planta baja no hace falta rampa porque el acceso ya está pensado de forma accesible”.

Además, Erika Figueroa agregó que “pueden haber ocurrido algunos problemas como en cualquier edificio nuevo. Yo entiendo algunos reclamos de los estudiantes. Hay algunos baños que aún no funcionan porque se están terminando. Pero tenemos los baños suficientes para funcionar”.

Finalmente, la secretaria de Educación de la municipalidad remarcó que “esta obra tuvo el aporte de toda la comunidad educativa. Las aulas están acondicionadas para el desarrollo de las actividades pedagógicas. Se contemplaron los pisos para danza y la acústica para las salas vinculadas a la música”.