En un operativo realizado a fines del año pasado por agentes especiales de la policía antidrogas de Santa Fe, de Prefectura y de la Policía Federal, se detuvo a Sergio Villarroel, sindicado como uno de los mayores narcotraficantes de nuestra zona.

Villarroel, vivía en Alto Verde, y junto a él fueron detenidos otros integrantes de la banda, entre ellos su esposa Vanina Flores.

Flores, fue beneficiada con prisión domiciliaria el 21 de febrero para hacerse cargo de tres hijos menores.

En tanto, ayer la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario le otorgó la libertad, determinando la prohibición para salir de la provincia de Santa Fe y también del país.

A su vez, la Cámara Federal impuso una caución de $50.000 para la excarcelación de Flores.

Sobre esta decisión judicial, el fiscal Federal, Walter Rodríguez, en diálogo con LT10 sostuvo que desde la fiscalía se habían opuesto a la concesión de estos beneficios por considerar que los imputados podían incurrir en riesgos procesales como la fuga o el entorpecimiento de la investigación.

"La Cámara de Apelaciones no lo entendió así", lamentó Rodríguez, quien aclaró que la mujer de Villarroel tenía un estatus importante dentro de la asociación: "Tenía poder de disposición sobre los estupefacientes, lo que generaba un engranaje de tráfico para que llegue al consumidor la droga, y ella participaba de eso".