Politica 16.02.2017
NACIONALES
En el Gobierno ya planean cómo será la visita de Mauricio Macri a Donald Trump
Luego de la llamada telefónica, Donald Trump lo invitó a viajar a Washington este año.
Por: Agenciafe/Telam /
Si bien será en el encuentro entre la canciller Susana Malcorra y el secretario Rex Tillerson donde empezará a delinearse la visita que el presidente Mauricio Macri realizará a los Estados Unidos, presumiblemente en mayo, ya se sabe que se tratará de un viaje "de trabajo" y no "de Estado". Es decir, no tendrá la pompa institucional que -normalmente- sirve para coronar un proceso de diálogo fecundo entre dos naciones.
En efecto, no habrá visita parlamentaria ni cena de honor, sino que se dará el puntapié inicial a una agenda entre dos mandatarios que se conocen desde hace mucho, pero poco en sus nuevos roles presidenciales. "Hay una sola visita de estado por mandato, no tiene sentido gastarla ahora, cuando recién empieza la relación de ambos como presidentes", explicó un experto.
La ministra de Relaciones Exteriores de la Argentina está llegando a Bonn para participar de la primer reunión ministerial del G20, actualmente bajo la presidencia de Alemania, a donde también está viajando Tillerson. Allí es donde ambos se verán por primera vez, y con una agenda ya cargada por la invitación que Trump le hizo a Macri, quien en el breve e intenso diálogo telefónico que mantuvieron confirmó la visita.
El comunicado de Presidencia confirmó que uno de los temas que abordaron fue la situación de Venezuela, cuya crisis humanitaria despierta cada vez más preocupación dentro y fuera de la región. Sin embargo, los Estados Unidos fueron más explícitos en sus declaraciones, al sancionar al vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, por "su significativo papel en el narcotráfico internacional", junto al empresario Samark José López Bello (considerado su testaferro) y otras 13 empresas asociadas a ellos. Se trata de una acción de alto voltaje, ya que supone que se trata de una grave amenaza para los Estados Unidos, por lo que se bloquea sus actividades.
Fuentes locales dijeron a Infobae que la sospecha norteamericana es que el vicepresidente venezolano "es un personaje ligado a Hezbollah" y lo relacionan con un misterioso hallazgo de 30 toneladas de bolívares de distintas denominaciones en una vivienda de un traficante de armas ubicada en el norte paraguayo, que podrían sumar 50 millones de dólares.
En efecto, no habrá visita parlamentaria ni cena de honor, sino que se dará el puntapié inicial a una agenda entre dos mandatarios que se conocen desde hace mucho, pero poco en sus nuevos roles presidenciales. "Hay una sola visita de estado por mandato, no tiene sentido gastarla ahora, cuando recién empieza la relación de ambos como presidentes", explicó un experto.
La ministra de Relaciones Exteriores de la Argentina está llegando a Bonn para participar de la primer reunión ministerial del G20, actualmente bajo la presidencia de Alemania, a donde también está viajando Tillerson. Allí es donde ambos se verán por primera vez, y con una agenda ya cargada por la invitación que Trump le hizo a Macri, quien en el breve e intenso diálogo telefónico que mantuvieron confirmó la visita.
El comunicado de Presidencia confirmó que uno de los temas que abordaron fue la situación de Venezuela, cuya crisis humanitaria despierta cada vez más preocupación dentro y fuera de la región. Sin embargo, los Estados Unidos fueron más explícitos en sus declaraciones, al sancionar al vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, por "su significativo papel en el narcotráfico internacional", junto al empresario Samark José López Bello (considerado su testaferro) y otras 13 empresas asociadas a ellos. Se trata de una acción de alto voltaje, ya que supone que se trata de una grave amenaza para los Estados Unidos, por lo que se bloquea sus actividades.
Fuentes locales dijeron a Infobae que la sospecha norteamericana es que el vicepresidente venezolano "es un personaje ligado a Hezbollah" y lo relacionan con un misterioso hallazgo de 30 toneladas de bolívares de distintas denominaciones en una vivienda de un traficante de armas ubicada en el norte paraguayo, que podrían sumar 50 millones de dólares.