La última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) del Ministerio de Salud de la Nación, arrojó datos preocupantes. La provincia de Santa Fe es el cuarto distrito del país con mayor prevalencia de obesidad entre las personas mayores de 18 años. Además, el porcentual de personas que padecen obesidad creció 45 % en la última década.

Ante esto, ingresó al Concejo Municipal local un proyecto de ordenanza que propone que los restaurantes y casas de comidas rápidas de la ciudad —éstos últimos conocidos como locales fast food— informen a sus clientes sobre el valor calórico que tiene cada uno de los platos que integran el menú, en las cartas que se ofrece a los comensales.

El proyecto ya está en comisión de Desarrollo y se debatiría en las próximas sesiones del Deliberativo. Su autora es la concejal Marcela Aeberhard (Unibloque Mejor Santa Fe) y apunta a que la información sea una herramienta que ayude a una alimentación más sana, comprometiendo a los locales gastronómicos a dar esos detalles en las cartas de menúes.

Información para la salud

“Tomamos esos datos nacionales pues son un indicador muy grave: hablamos de un problema de salud y muchas personas que no tienen obra social deben tratarse (por obesidad y sobrepeso) en los efectores públicos. En Hospital Cullen funciona un programa que aborda la obesidad, y cada vez tiene más consultas”, puso con contexto Aeberhard, en diálogo con El Litoral.

El proyecto solicita a los locales de comida que publiquen en las cartas de sus menúes el valor calórico que contiene cada plato. “Es importante que el consumidor tenga esa información, y que sepa que debe consumir por día entre 1.500 y 2.000 calorías como medida saludable. Que sepa que si consume un solo plato que contenga más de esos valores, no estaría controlando un factor de riesgo grave”, agregó la edil.

La franja etaria de entre 50 y 64 años es la más expuesta a problemas relacionados con la obesidad y el sobrepeso, recordó Aeberhard. También los chicos están expuestos a la prevalencia del sobrepeso y la obesidad y así lo indican reportes internacionales.

Ya hubo algunas reuniones con titulares de locales de comidas. “No creemos que haya resistencias, porque es derecho a la información”, consideró. Ya hay casas de comidas saludables (vegetarianos) en la ciudad que colocan en sus menúes esta información.

“En este tema la información es clave. Y la gente, que si bien no está tan familiarizada con cómo medir los valores calóricos, podrá empezar a saber y cotejar cuánto tiene en calorías un plato determinado. Si se puede educar e ir formando un criterio ciudadano sobre el tema, los indicadores negativos se irán revirtiendo de a poco”, indicó.

El proyecto, según la concejal, tiene relación con la resignificación que están teniendo los nuevos derechos ciudadanos del consumidor respecto de la toma de conciencia sobre qué se come a diario. “Por otro lado, creemos que la medida ayudaría a los propios gastronómicos: cuando éstos vean que se venden más platos saludables, con el tiempo elaborarán platos menos hipercalóricos. Debe ser una política pública sostenida en el tiempo para obtener resultados positivos”, concluyó Aeberhard.