La respuesta no tardó en llegar. Desde la Asociación Empleados de Comercio, Alejandro Galeano, miembro de la comisión directiva del gremio y delegado de Coto, refutó las cifras. "La pérdida salarial no es de 3.500 pesos, ya que en los sueldos que se comparan hay dos feriados liquidados. La diferencia se da en que en junio trabajó todos los domingos y en julio sólo uno, por lo que cobró unos 1.800 pesos menos que el empleado podría haber reemplazado si la empresa autorizaba la realización de horas extra, cosa que no avaló y bajó la orden de suprimirlas".

 

   En tal sentido, Galeano destacó que "Coto prefiere perder ventas a pagar horas extra. Los changos quedan llenos en los súper porque no deja que los empleados hagan horas extra, lo que sin dudas no sólo reemplaza la pérdida de los domingos, sino que hasta podrían ganar más".

 

   El referente gremial detalló que "desde junio de 2006 a junio de 2016, Coto redujo 317 puestos laborales en Rosario, con lo que se ahorró abonar 6.200.000 pesos por mes de salarios, ¿y ahora no puede pagar horas extra?", se preguntó.

 

Otra visión. Distinta es la óptica del concejal del PRO, Gabriel Chumpitaz, quien ayer remarcó que desde su bloque habían advertido que "los únicos perjudicados por la adhesión de Rosario a la ley de descanso dominical eran los trabajadores".

 

   Fue Chumpitaz quien esgrimió copias de los recibos de sueldo de los meses de junio y julio de un empleado de Coto.

 

   Allí puede verse la disminución del salario de bolsillo, ya que en junio cobró 17.188,73 pesos; y en julio, ya con la vigencia de la ley de descanso dominical, el sueldo se le licuó a 13.640,88.

 

   La mayor diferencia radicó en el ítem "horas domingo", que en junio le había reportado un ingreso de 2.445,78 pesos, y en julio bajó a 611,44 pesos. En junio este empleado había trabajado 32 horas los días domingo, y en julio sólo lo hizo 8, que fueron las del primer domingo en que Coto no acató la ley y abrió igual sus puertas.

 

   Los domingos subsiguientes la empresa se mantuvo cerrada y de allí que el empleado ya no pudo cobrar ese adicional.

 

   "Lamentablemente comenzamos a ver los primeros impactos negativos de esta medida totalmente anacrónica, que afecta de manera directa el bolsillo de los trabajadores. La disminución en los salarios son preocupantes y roza el desinterés por el crecimiento y el bienestar de los rosarinos", detalló Chumpitaz.

 

   El edil macrista destacó que "es necesario rever las legislaciones, porque no se puede tener el orgullo más alto que las necesidades de los rosarinos. La gente quiere trabajar, no le podemos impedir que lo haga con un cierre sectorizado y direccionado", puntualizó.

 

   En tal sentido, destacó que "la situación de vulnerabilidad de los trabajadores es alarmante, nunca se los tuvo en cuenta y cuando la política legisla desde un escritorio y no se empapa en las verdaderas necesidades de la gente, se convierte en una actividad miserable, aleja a los dirigentes de la realidad social y termina socavando el crecimiento colectivo de una sociedad".

 

   Sin medias tintas, el edil macrista instó a "reabrir el debate y tomar medidas urgentes para que los trabajadores puedan recuperar el salario que perdieron en este último mes. Es una actitud de grandeza asumir los errores y corregir si hace falta. Creemos que en este caso, tomar esa decisión se vuelve completamente necesaria".