RESUMEN DE MEDIOS DE LA PROVINCIA DE SANTA FE
Santa Fe, Jue, 28 de mar de 2024
RECIBIR NEWSLETTER

Agropecuarias 26.07.2016

ESTE MIÉRCOLES

Tamberos santafesinos regalarán leche como medida de protesta

 Será el miércoles 3 de agosto sobre la Ruta Nacional 34. Entregarán unos 2.000 litros y explicarán a la ciudadanía las razones de la crisis, por la que aseguran ya cerró el 10% de los establecimientos en la provincia. Piden a Nación un Fondo de Reparación Histórico.

Por: Agenciafe/ElLitoral /

 Los tamberos santafesinos reclamarán medidas urgentes para el sector con una modalidad inédita: comprarán alrededor de 2.000 litros de leche y los regalarán al público, aprovechando la ocasión para informar sobre la crítica situación de atraviesan, producto de la suba de costos y el insuficiente valor que reciben por la materia prima.

La protesta será el miércoles 3 de agosto en la ciudad de Rafaela. Desde las 10 de la mañana, dirigentes de la Mesa Provincial de Productores Lecheros (Meprolsafe) y de la Asociación de Productores Lecheros de Argentina (APLA) se concentrarán en el cruce de la Ruta Nacional 34 y avenida Ernesto Salva, con la intención de hacer oír sus reclamos de un modo “amigable” con la población.

Marcelo Aimaro, titular de Meprolsafe, adelantó a Campolitoral que además de repartir leche (de a un litro por persona) habrá “alguna chocolatada” y reparto de volantes “para explicarle a la gente cómo es la situación del tambero”. Según el dirigente la problemática no es sólo sectorial, ya que la actividad económica de las localidades de la cuenca depende en gran medida de la lechería. “El impacto indirecto es muy importante]”, afirmó, porque con cada tambo que se cierra quedan cinco personas sin trabajo y “el zapatero, el verdulero, el remisero, el carnicero... van a dejar de trabajar”. Por eso, el mensaje que buscan dar es que “de esta tenemos que salir juntos porque si no habrá mucho menos trabajo para todos”.

El dirigente estimó que el cierre de tambos en la provincia “debe estar alrededor de 10%”, pero remarcó que el principal impacto son las vacas “que se han ido del sistema” con destino al frigorífico. Esto es lo que hace distinta a esta crisis, a diferencia de otros momentos en los que los animales que se remataban se iban a seguir produciendo en otro tambo. “Ahora, como tanto el tambo chico como el mediano o el grande no tienen rentabilidad, creo que el 20% de la vacas se va a otro establecimiento pero el resto va a frigorífico”, estimó.

Respecto de la caída de establecimientos, Aimaro mencionó que en la zona de San Cristóbal “salieron del sistema, por inundación y rentabilidad, alrededor de 107 tambos”. La situación -aseguró- es muy preocupante “porque en toda la provincia hay que hablar de 300 tambos o más”.
Las perspectivas son desalentadoras hacia la primavera, época en la que Aimaro estimó que, de continuar sin rentabilidad, muchos productores “ahogado financieramente” va a cambiar de actividad. “El que pueda pasarse a la agricultura lo hará y otros tal vez alquilarán sus campos”.

El titular de Meprolsafe aclaró que sin rentabilidad un crédito es un salvavidas de plomo. De ahí que el principal reclamo a Nación sea la creación de un Fondo de Reparación Histórico “que recupere el $ 1,50 que está dentro de la cadena y nos pertenece a los productores porque lo necesitamos para seguir”. Ese valor -indicó Aimaro- surge de restarle al costo de producción elaborado por el INTA, que oscila entre $ 5,30 y $ 5,50, los $ 4,10 por litro promedio pagado por las industrias en junio, según datos oficiales. “La plata está dentro de la cadena”, insistió, y se pretende que mediante un ordenamiento “cada eslabón se lleve la parte que le corresponde”. Pero hasta que esto ocurra, le piden al Estado Nacional que ponga esa diferencia.

En ese sentido mencionó un estudio que presentó la Subsecretaría de Lechería de la Nación, que demuestra que “la comercialización se llevó $ 38.000 millones de la cadena y nosotros, los productores, $ 39.000 millones”.

“El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo”

Paulo Coelho