La delincuencia no da tregua. Este martes por la madrugada autores ignorados entraron por la fuerza a un estudio jurídico y a una peluquería donde robaron distintos elementos. A su vez otro peluquero se repone de los golpes y heridas que sufrió el sábado tras un violento asalto.

Este martes por la mañana Julieta llegó temprano para iniciar otra jornada en el estudio jurídico de Rubén Decou, ubicado en San Lorenzo 3300, pero se encontró con una amarga novedad. La puerta del inmueble estaba violentada y el interior de las oficinas lucía en completo desorden. Además faltaban computadoras y otros elementos de trabajo.

 “Yo llegué a las 7.30 al estudio y lo primero que veo es la puerta totalmente violentada. Desde la cerradura hasta el marco. La abrí con el pie, me asomo y observo que adentro estaba todo revuelto. Ahí nomás llamé a la policía y al chico que trabaja acá al lado para que vengan urgente porque sola no me animaba a entrar”, comentó Julieta en diálogo con El Litoral.

“Una vez que vinieron me di cuenta de que faltaban las computadoras, las impresoras, monitores... estaba todo dado vuelta. No quedó cajón por abrir. Mucho desorden. Se ve que estuvieron mucho tiempo aquí adentro. Se llevaron lo que más pudieron. De hecho eligieron hasta lo que se llevaban porque, por ejemplo, una computadora vieja la dejaron.

Hace un tiempo ya habían robado acá. Y bueno, cuando se habían recuperado de aquel hecho, ahora les toca de nuevo.

Lo más valioso acá es el tema de las computadoras, por la información que contienen. En un estudio jurídico las computadoras son una herramienta principal. Uno la información la tiene ahí adentro. Papeles no se llevaron, tampoco expedientes. Por lo que deduzco que han venido a buscar plata o computadoras o bien han venido a llevarse información”, reflexionó.

Sin poder trabajar

Similar experiencia vivió hoy Roxana, una peluquera que tiene su local en Aristóbulo del Valle 7700, el que fue vandalizado también esta madrugada.

Ni bien llegó al lugar, la mujer encontró que parte de una reja había sido violentada. Y lo que es peor, desde el interior del comercio faltaban varias herramientas de trabajo, motivo por el cual hoy la nombrada no puede desempeñar su actividad.

* “Esta mañana cuando llegamos nos encontramos con la reja rota. Después me di cuenta de que me faltaban los secadores, planchitas y otros elementos. Revolvieron todo. A raíz de lo ocurrido hoy no puedo trabajar porque se llevaron mis elementos principales. Voy a ver si me los compro o si alguien me los presta”, narró Roxana.

“Este barrio está terrible con el tema de los robos. Aquí en la esquina estaba la agencia de quiniela que debió cerrar después de un violento asalto, donde hubo tiros. Al lado hay una pilchería que ya perdió la cuenta de los robos que sufrió. Igual hay que seguir para adelante, no queda otra solución”, culminó.

"Pensé que me mataba"

Lo que sigue es el relato de Juan, un peluquero que en la mañana del sábado fue blanco de un violento asalto en su local de Larrea al 1800, en Guadalupe Oeste.

* “Eran cerca de las 10 de la mañana cuando entró un muchacho al local y dijo que quería cortarse el pelo. Pero segundos después me pegó una trompada que me hizo caer al suelo. Luego me robó el teléfono celular, la computadora. Me apuntó con un cuchillo y me ató de pies y manos.

“Cuando me tiró boca abajo pensé que me mataba. Continuamente me amenazaba con el cuchillo. Decía que me iba a matar si yo gritaba. Yo lo único que le pedía era que no me matara. Pero cuando me hizo poner de rodillas y luego boca abajo, pensé que me mataba.

“Una vez que se fue logré llegar hasta la casa de mi tía, que vive al lado, para pedir auxilio. Después vino la policía y tuvieron que llamar una ambulancia porque a raíz de lo ocurrido sufrí un pico de presión.

“Algunos vecinos me comentaron que el delincuente escapó con ayuda de otro que lo estaba esperando en la esquina”, dijo.