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Economía 03.05.2016

ECONOMÍA

Las lluvias de abril dispararon el precio de las verduras

 Para evitar el desabastecimiento la mercadería se trae de otras regiones, pero el aumento del combustible encarece los fletes. Hubo importantes pérdidas en el cinturón hortícola del Gran Rosario. Zapallitos y berenjenas subieron 100 por ciento y 60 por ciento.

Por: Agenciafe/La Capital /

 Los precios de las verduras se dispararon durante los últimos días en Rosario y la región como consecuencia de los 21 días ininterrumpidos de lluvia y mal tiempo que tuvo el mes de abril, lo cual afectó seriamente los cultivos y además retrasó de forma considerable el proceso de producción de los quinteros.
 
Los zapallitos y las berenjenas, cuyas plantaciones fueron destruidas casi en su totalidad por el mal clima, sufrieron aumentos del 100 por ciento y el 60 por ciento respectivamente en el mercado de productores. Un porcentaje que para la verdura de hoja en general ronda entre el 10 y el 15 por ciento, ya que debe traerse desde Mar del Plata, lo que significa un gasto mayor en flete por las fuertes subas de los combustibles.
 
"Si antes el cajón de 18 kilos de zapallitos salía 200 pesos hoy cuesta cerca de 400, ya que por la lluvia no quedó nada", señaló Héctor Mariani, productor de la zona de Villa Gobernador Gálvez y miembro de la comisión directiva del Mercado de Productores de Rosario.
 
Mariani explicó que no hay desabastecimiento ya que la mercadería "se trae de afuera", aunque la suba del precio de los combustibles ( 30 por ciento desde enero) no ayuda a mejorar una situación ya de por si "muy complicada", tras un comienzo de otoño "totalmente atípico".
 
"El costo del flete subió mucho. Si en diciembre traer un bulto desde Mar del Plata nos costaba 23 ó 33 pesos, hoy ese mismo bulto cuesta 50 pesos", agregó.
 
Meteorología adversa. El clima no colaboró para que la situación de productores y consumidores sea el mejor, ya que las lluvias del mes pasado destruyeron buena parte de los cultivos de verduras y de papa del cinturón verde rosarino, que se extiende desde Granadero Baigorria al sur hasta Villa Constitución al norte, y desde el río hasta Soldini hacia el oeste.
 
"Es difícil hablar de porcentaje, porque depende mucho de cada zona. Pero sí sabemos que se perdieron muchos cultivos por los excesos de agua", explicó Cristina Mondino, especialista del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) de Arroyo Seco, para quien existe un doble problema, ya que no sólo se perdieron los cultivos implantados, si no que además el productor no pudo trabajar en los lotes durante 20 días, lo que atrasó todo el proceso productivo.
 
"No podría cuantificar, pero esto se reflejará seguramente en los precios de las verduras", argumentó la especialista, que agregó que también se vio afectado el cultivo de papa por la anegación de los lotes.
 
Preocupación. Como los grandes productores agropecuarios, los quinteros atraviesan una situación crítica por la destrucción parcial de sus fuentes de trabajo y de ingresos.
 
"Es una situación muy complicada, ya que tuvimos que comprar las semillas en dólares y ahora vamos a tener que resembrar casi todo", dijo Mariani.
 
Mondino, por su parte, agregó que desde el Inta observan "mucha preocupación" en el sector, ya que el esfuerzo de meses quedó dañado por las inclemencias del tiempo en un alto porcentaje.
 
"Desde la semana pasada pudieron volver a trabajar en los lotes, pero está claro que la lluvia produjo un bache en la producción y restablecer eso va a llevar cierto tiempo", aclaró la experta.
 
Los huerteros locales, que hacen producción agroecológica a través del programa de Agricultura Urbana, siguen en situación crítica.
 
Según contó Yda Pintos, presidenta de Huerteros en Red, desde la Municipalidad les aseguraron que recibirán ayuda económica del gobierno provincial, aunque al día de hoy todavía esa ayuda no se ha materializado, con la consiguiente angustia de los huerteros.
 
"Recién ahora podemos empezar a hacer algo, pero la tierra sigue muy mojada, 

“El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo”

Paulo Coelho