Que Newell’s necesita ganar no es ninguna novedad. Que tiene que levantar la imagen futbolística, tampoco. Que tiene la obligación de sumar de a tres sin importar el cómo, menos. Lo cierto es que el rojinegro se presentará esta tarde ante Argentinos con una misión _una vez más_ impostergable: triunfar por primera vez en este ciclo de Osella, enviar un SOS a la victoria y respirar un poco aliviado después de tantas penurias. Al menos aprovecharse de un rival que está peor que la Lepra, aunque es cierto que le ha costado horrores afrontar otros duelos con similares características.

   Todo lo que se anuncia en la previa a cada encuentro que viene sosteniendo Newell’s es repetitivo. Nada se modifica, porque las urgencias vienen desde hace varias fechas y se fueron postergando en el tiempo. Entonces todo el análisis se simplifica en una sola palabra: ganar.

   Es tanta la urgencia leprosa, casi desesperación, por sumar de a tres que ya no importa el estilo de juego que implemente el entrenador. No se discute si es defensivo u ofensivo. El toque, la salida limpia desde el fondo sin reventar la pelota no es tema de discusión. Lo único que está en el tapete es cortar la racha y alimentar algo la confianza para llegar al partido esperado de la fecha doce con Central. El juego de la vida leprosa para este torneo en el que sólo fue un mero participante y sin protagonismo.

   Osella quedó inmerso en esta desesperación. Acostumbrado a tomar equipos en crisis y sacarlos a flote, en este caso le está costando horrores y no consigue la manera. “No pensaba que estaba en esta situación tan compleja”, dicen que se le escuchó decir al entrenador. Y está claro que no le encuentra la vuelta porque en los cinco partidos que dirigió modificó la formación de manera ostensible. Es que ya probó con todos y no le queda material a mano para seguir probando. Encima está a dos fechas del encuentro que todos esperan en el Parque. El del clásico con el canalla, porque también existe una ilusión de cortar la racha con su eterno rival y quizás frenarle el andar en su búsqueda de la gloria. Y Osella sabe que de salir airoso dejaría una marca en el club y los jugadores habrían pagado parte de su deuda con la gente.

   Para eso aún faltan muchos días y hoy la mirada está fija en el Bicho, al que tendrá que doblegar en La Paternal. Hundirlo en su propia casa y Ñuls empezar a elevar la cabeza con una victoria.

   Newell’s y Argentinos, en un duelo de necesitados. Los dos con las mismas urgencias, aunque el rojinegro cuenta con un potencial que cotiza más alto en la bolsa del fútbol. Será cuestión que lo demuestre y empiece a codearse con los buenos resultados para así amigarse con la confianza.