Deportes 24.03.2016
BÚSQUEDA IMPLACABLE, OSELLA METIÓ CADA VEZ MÁS CAMBIOS PERO NO ENCUENTRA EL ONCE
Por: Agenciafe/La Capital /
Por supuesto que no es el único que tuvo esta tarea, ya que en el inicio del torneo también Lucas Bernardi fue buscando y modificando nombres en la formación. Todo como consecuencia no sólo del flojo rendimiento del equipo si no también por los resultados que marcan el camino.
Hoy la situación en Newell’s sigue siendo similar a la de las primeras fechas, con un técnico cambiando nombres de un partido a otro tratando de encontrar la sintonía fina y elaborar un muro difícil de atravesar. Lo que no logró llevar a cabo.
Un dato que sobresale es que en todos los encuentros recibió goles: Unión (1-1), Lanús (0-3), Atlético de Rafaela (1-1) y Tigre (3-3). Y en la última experiencia que tuvo en Victoria el conjunto recibió tres tantos en sólo 35 minutos, en un rendimiento defensivo muy pobre. Por supuesto, en el complemento se acomodó, el equipo sacó rebeldía y también tuvo contundencia para equilibrar las cuentas y rescatar un empate.
No es un detalle menor la sucesión de cambios que aplica el cuerpo técnico en un intento de encontrar la línea de fondo que muestre solidez. Desde ahí debe ir buscando una formación que pueda repetirse de memoria y que tenga continuidad. Eso se logra no sólo con un equipo con nombres repetidos sino con buenos resultados que entreguen la confianza que hoy no ostenta el rojinegro.
En su debut como DT frente al tatengue (1-1), el ex defensor paró a Escobar, Cáceres, Domínguez e Insúa. No quedó del todo conforme con lo hecho por el equipo y para el siguiente, con el Granate en el sur bonaerense (0-3), la línea defensiva tuvo estos nombres: Cáceres, Formiliano, Domínguez e Insúa.
La derrota golpeó mucho el ánimo leproso y para recibir a la Crema (1-1) volvió a cambiar y paró a Escobar, Domínguez, Paz y Báez. En este ocasión hubo tres modificaciones, una obligada por la suspensión de Insúa.
Y del paso de los rafaelinos hacia el Matador (3-3) volvió a tocar dos nombres y utilizó a Escobar, Domínguez, Fernández e Insúa. Y justo en esta última elección el conjunto fue golpeado nuevamente recibiendo tres goles antes de que terminara la primera etapa.
En la zona media sucedió exactamente lo mismo. No encontró la base que lo dejara conforme y a la que pueda apostar. Y, a la vez, sostenerla de un cotejo a otro. Los únicos nombres que más participación tuvieron fueron Advíncula y Mateo, que estuvieron presentes en tres partidos. El resto fueron cambiando fecha a fecha.
Con Unión paró a Advíncula, Mateo, Formiliano y Maxi Rodríguez. Ante Lanús: Advíncula, Mateo, Denis Rodríguez y Mancini. Con Rafaela: Advíncula, Mateo y Mugni. Y ante Tigre: Elías, Villalba y Mancini.
Si se repasan cada una de las formaciones que plantó en cancha, en los cuatro cotejos que dirigió, hay otro detalle importante que refleja claramente que a Diego Osella le cuesta horrores armar el once principal. De aquel equipo que utilizó ante Unión, en su presentación oficial (en el banco estuvo su hermano Javier), tocó tres apellidos para enfrentar a Lanús. Para el encuentro siguiente con los rafaelinos realizó cinco modificaciones y en esta última excursión frente a Tigre, en Victoria, presentó seis. Es decir, los movimientos fueron aumentando partido a partido.