La tarea de Diego Osella era complicada, pero el optimismo era grande. El paso de los partidos y los resultados regulares hicieron que el cuadro de situación sea el mismo de tiempo atrás y sin visos de recuperación. Porque los nombres que tiene a mano siguen siendo los mismos y para un cambio debería meter mano para modificar el panorama. Y ahí aparece una respuesta concreta: “Abajo no hay mucho”. En realidad, la frase podría ser aún más contundente teniendo en cuenta la escasa aparición de jóvenes en el último tiempo.
  El momento surgió como consecuencia de diversos errores. La escasa inversión y los desaciertos con los refuerzos son otros de los puntos a tener en cuenta para que el presente sea similar al de los últimos torneos. Y la búsqueda de nombres por otros lares se dio por la falta de aparición de jóvenes valores que pudieran comenzar a rodar en primera. Encima, dentro de este combo hay que agregarle el estado físico del equipo al que el propio DT definió como “grave”.
  El plantel es acotado y tampoco puede ser alimentado desde la fábrica de inferiores. No es de ahora que los últimos cuerpos técnicos, sobre todos los que venían de dirigir en las categorías menores y saltaron a primera como Berti,  Lunari y Raggio, resaltaran por lo bajo la ausencia de pibes listos para ser presentados en la máxima categoría. Fueron pasando los meses, los años y la situación permanece igual. “No hay un tres, un volante zurdo, un cuatro, un cinco. Y ni que hablar de un nueve goleador”, confiesan por lo bajo desde el club reconociendo una coyuntura preocupante y palpable.
  Y como todo tiene que ver con todo, aquella misión o idea de “no prestar la camiseta de Newell’s para que otros obtengan sus réditos”, como dejó sentado la dirigencia en diciembre 2008 cuando Guillermo Lorente y compañía vencieron en las urnas a Eduardo López, quedó olvidada con los hechos del presente. Uno de los ejemplos actuales es Boyé, que llegó a préstamo sin opción y en junio se irá a Italia (pasó lo mismo con Boghossian tiempo atrás).
  En la formación actual aparecen Franco Escobar y Gabriel Báez (volvió el viernes tras la operación) entre los titulares. Y como opciones también figuran Denis Rodríguez, Mancini, Tevez y Valenzuela, que frente a Rafaela integraron el banco de suplentes. Es decir pocos apellidos aparecieron en escena desde las áreas de formación de futbolistas en los últimos meses. Como tampoco sucedió demasiado en años anteriores después de la lógica espera de seis años ante unas “inferiores devastadas”, como se definió en su momento el estado de una de las patas más importantes de la institución.
  Ñuls parece cansado y necesitaba un recambio, algo que inició Bernardi, pero también debería contar con otro desde abajo. Y hoy aún parece no estar sólido.