Luego de un fin de semana atípico para los santafesinos, el Intendente José Corral esclareció la situación de la Ciudad tras intensos días de trabajo a fin de normalizar la situación. “Estimamos en torno a 1.600 cuadras que estuvieron obstruidas con uno o más árboles o ramas importantes; los cuales, en estos días, en su mayoría, ya fueron removidas. Esto equivale a unas ocho mil toneladas de árboles que están siendo trasladados. Creemos que un cuarto de esta cantidad ya fue removido”, informó Corral. Además, detalló que este material recolectado será reubicado en las cercanías del ex frigorífico Municipal para ser reutilizado por los ladrilleros que trabajan la zona.

El Intendente aseguró que desde el Municipio continúan con los trabajos de limpieza, y, dada la gran magnitud de los desastres ocasionados, llevará tiempo a las cuadrillas poder finalizarlo. Por ello, “contratamos algunas empresas para que nos ayuden y hoy comienzan a trabajar. Además de la tarea de Cliba y Urbafé que están reforzando su dotación”, sostuvo Corral.

Desde el Gobierno Nacional, Marcos Peña se comunicó con José Corral para brindar apoyo y ayuda ante la situación atravesada por la ciudad: “Seguramente será alguna transferencia para ayudar con estos gastos excepcionales que la ciudad tiene” comunicó el Intendente; quién además informó que se trabaja en forma conjunta con el Gobernador Miguel Lifschitz desde el viernes a fin de solucionar los inconvenientes ocasionados por la tormenta. “Si todavía falta le pedimos a los vecinos que nos avisen, porque eso nos da la posibilidad de organizar el trabajo” aseguró el mandatario.

Respecto a los cortes ocasionados en diversos puntos de la ciudad, Corral manifestó su gran descontento: “No se puede tolerar un corte en una situación de emergencia porque lo que necesitan los servicios públicos es poder circular. Es falso decir que es protesta social porque es evidente que la luz no va a volver porque se corte la ruta”. Además, calificó esta medida como un “delito flagrante” a la par que rescató como válido que la gente se manifieste pero no el camino elegido para ello: “No hay nada para negociar. Es evidente que hay una muy mala cultura respecto a este tema. En general no son los vecinos sino agitadores profesionales” denunció el Intendente.