El fútbol es capaz de modificar todo tipo de escenario. En apenas tres días, Colón pasó de jugar el mejor partido de los últimos tiempos goleando a Belgrano, a ser goleado por este modesto Godoy Cruz que lo superó prácticamente de principio a fin. Lo que casi nadie imaginaba sucedió y ahora será tiempo de analizar los motivos que llevaron al Sabalero a mostrar las dos caras en tan poco tiempo.

A diferencia de los tres partidos anteriores, en el primer tiempo Colón tuvo menos la pelota que su rival, dado que Godoy Cruz fue el equipo que mejor trató el balón y que en esos primeros 45’ hizo mejor las cosas. Si bien pegó primero el elenco sabalero con el tanto de Mauricio Sperduti a los 8’, el Tomba no se desesperó y acumuló méritos como para llegar a la igualdad que se produjo a los 24’ con un disparo de Guillermo Fernández desde afuera del área, que se metió junto al palo derecho del arco defendido por Jorge Broun.

Lo mejor del elenco rojinegro se produjo luego del golazo del Gordo Sperduti, tras una gran maniobra colectiva en la que participaron varios jugadores y que tuvo una muy buena asistencia de Clemente Rodríguez para enviar el centro que conectó el ex-Newell’s.

Hasta ese instante, prácticamente el Sabalero no había pasado la mitad de la cancha, dado que el protagonismo estaba por el lado del conjunto tombino. Daba la sensación que ese gol tempranero sería beneficioso para Colón que con espacios estaría pronto a aumentar el marcador.

Pero en un par de aproximaciones no resolvió bien Víctor Figueroa y su remate se fue por encima del travesaño cuando a los costados tenía opción de pase. El quiebre de esa primera etapa estuvo dado en el empate del Tomba, ya que luego de esa acción Godoy Cruz dispuso de tres chances claras para dar vuelta el partido.

Fernando Zuqui disparó desde afuera del área y el balón pasó muy cerca del caño derecho, luego Pol Fernández dentro del área chica remató desviado y ya en el final una corrida del uruguayo Santiago García estuvo cerca de establecer el segundo tanto, pero la pelota pegó en la parte externa de la red.

A esa altura estaba claro que el Tomba había sido superior a Colón, como nunca había sucedido en las  primeras fechas. El equipo santafesino se encontró con un rival que fue ofensivo y que mantuvo una postura tan audaz como la que venía demostrando el elenco sabalero en las anteriores presentaciones. 

La parte final

En el inicio del segundo tiempo Darío Franco dispuso una variante que terminó complicando el funcionamiento del equipo, no tanto por el jugador que salió, sino porque modificó el esquema y pasó a jugar con una línea de tres. Ingresó Adrián Bastía y salió Diego Lagos, que no había hecho un buen primer tiempo sobre todo a la hora de dar una mano en la marca.

Pero lo llamativo fue la ubicación del Polaco dado que se paró como líbero, en tanto que Germán Conti se ubicó por derecha e Ismael Benegas por izquierda. En consecuencia, los laterales (Santiago Villafañe y Clemente Rodríguez) pasaron a jugar como carrileros.

De arranque nomás y cuando se jugaban 3’ Gabriel Carabajal enganchó de izquierda a derecha y desde afuera del área remató cruzado ante una débil respuesta de Fatura Broun. En esos primeros minutos Godoy Cruz se mostraba más predispuesto que Colón y la ventaja era justa.

Pero si ese movimiento táctico que realizó el técnico rojinegro generó asombro mucho más lo fue la salida de Pablo Ledesma cuando se jugaba un cuarto de hora. El ex-Boca no estaba jugando su mejor partido, pero tampoco era lógica su salida habida cuenta de la importancia que implica su presencia en la zona media y que se evidenció en este torneo. Ingresó Franco Mazurek y allí si la formación rojinegra quedó totalmente desequilibrada, dado que el mediocampo no tenía contención y era cuestión de tirar la pelota larga para generarle problemas al fondo sabalero. La decisión del entrenador resultó apresurada, dado que la primera modificación fue en el entretiempo con el partido igualado y la segunda con la salida de Ledesma, cuando Colón perdía por tan solo un gol. En su afán de buscar pecó de apresurado.

Colón en el segundo tiempo dispuso de una sola chance clara cuando Alan Ruiz enfrentó al arquero, pero Rodrigo Rey alcanzó a neutralizar el remate. En el rebote le quedó a Figueroa pero su disparo encontró la humanidad de Luciano Abecasis cuando el balón tenía destino de gol.

El tercer tanto del Tomba, cuando se jugaban 27’, resultó determinante y se produjo tras una corrida de Jaime Ayoví quien enfrentó al arquero pero no pudo definir. No obstante, en la segunda jugada el delantero ecuatoriano envió un centro ante la pasiva mirada de los defensores y el uruguayo Santiago García solamente tuvo que empujar el balón sobre la línea.

Ese tanto fue letal para las aspiraciones del Sabalero que no encontró respuestas de mitad de cancha hacia adelante para achicar la ventaja y encima cuando el Tomba se adelantaba estaba latente la chance de anotar el cuarto tanto que llegaría en el final del partido.

Un pelotazo largo y una nueva distracción del paraguayo Benegas le posibilitaron a Ángel González con un remate cruzado establecer el 4-1 que sin dudas se trató de un golpe duro para el conjunto rojinegro que llegaba a este partido con todas las ilusiones luego de lo hecho ante Belgrano en el estadio Brigadier López. No obstante, está más que claro que el crédito sigue abierto y que lo de ayer fue solo un tropiezo que deberá servirle para corregir a futuro y no tropezar con la misma piedra.