Pero hoy decidió dedicarse de lleno a la música: está preparando un proyecto de folklore. "Fue un proceso paulatino, hasta que un día descubrí mi voz", dice quien elije siempre tener un bajo perfil, y luego habla de sus motivaciones más tempranas: "En casa se escuchaba mucho folklore, siempre estuvo, y cuando decidí transitar el canto surgió de manera natural. Mi madre era fanática de Mercedes Sosa y me llevaba seguido a escuchar a \'La Negra\'; eran conciertos donde la gente expresaba todo su amor hacia ella cantando, emocionándose, llorando".

 

Cuando vio a esos shows se preguntó sobre el poder de la música ya que le parecía un mundo increíble. Entonces se decidió a mostrar su habilidad, le contó a Rita Cortese –otra actriz que se dedica también a la música- y fue ella quien la alentó: "Tenés que cantar. ¡Tenemos que hacer algo juntas!". Por eso, al poco tiempo armaron el espectáculo musical La Jaula Abierta que, asegura, fue una historia que le dio una pertenencia.

 

"He hecho amigos con la música; amistad y música son un vínculo muy fuerte y que valoro por sobre todo. En esta relación hay respeto, admiración, confraternidad, aspectos que hacen que me pueda expresar con libertad. No concibo a la música sin amistad", dice y cuenta su futuro inmediato: "Estoy preparando con un nuevo grupo, un quinteto, mis próximas presentaciones. Hay un clima excelente en los ensayos y una atmósfera ideal para concebir la propuesta con la que saldremos este año, siempre desde el folklore".

 

Recomienda el estudio porque fue gracias a ello que le dio, además de técnica, seguridad en sí misma. A diferencia de sus otras profesiones, esta parece darle algo más profundo: "La música cura mi alma del dolor, de la imposibilidad de sentir; me dio identidad, me permitió, a través de una copla descarnada, hablar del dolor, de la pérdida y desde ese lugar curado viene mi alegría al cantar". "No tengo planes por ahora para actuar, me quiero dedicar de lleno a lo que hoy ocupa mi vida, el canto", concluye.