Los ministros de Seguridad, Maximiliano Pullaro; de Gobierno y Reforma de Estado, Pablo Farías; de Trabajo, Julio Genesini; y de Desarrollo Social, Jorge Álvarez; encabezaron el acto por el tercer aniversario de la puesta en funcionamiento del salón de ventas “La Sarita” de la panificadora Furman, ubicada en Vera y Lamadrid, en la ciudad de Santa Fe.

En ese marco, el Pullaro manifestó que “este proyecto le da un sentido a la vida de personas que están terminando su condena, e ingresando a la etapa de volver a vivir en sociedad, por eso destaco la importancia y el rol solidario de esta iniciativa”.

A su turno, Farías remarcó “el compromiso importante de un grupo de jóvenes que todos los días hace un esfuerzo por superarse y, tras el paso por La Sarita, hoy tiene su trabajo en otros lugares, en blanco y reinsertado en la sociedad”.

Luego, las autoridades recorrieron las instalaciones del salón de ventas, la maquinaria y el equipamiento que se utiliza para la elaboración de los productos que allí se comercializan.

El acto contó, además, con la presencia del secretario de Seguridad Comunitaria, Ángel Ruani; el secretario de Asuntos Penitenciarios, Pablo Cococcioni; el director del Instituto Autárquico Provincial de Industrias Penitenciarias (IAPIP), Cristian Bortolotto; y el director provincial, de Planificación y Evaluación de Seguridad Comunitaria, Fernando Demiryi, entre otras autoridades provinciales, locales y la nutrida participación de vecinos.

Por su parte, Bortolotto dijo que “el principio más importante que tiene este proyecto no es solamente la formación laboral, es la formación solidaria, es el hacer entender que se está trabajando para el bienestar de la sociedad”.

EL SALÓN DE VENTAS

El salón de ventas “La Sarita” fue inaugurado en enero de 2013 con el objetivo, en una primera instancia, de poner a la venta el pan solidario para los vecinos del barrio Santa Rosa de Lima de la ciudad de Santa Fe, y también para el público en general, a un valor 50 % más económico que el de mercado.

En estos tres años, tanto por el salón de ventas como en la panificadora, ha pasado un gran grupo de jóvenes, conformados por personas privadas de la libertad, otras recientemente liberadas, otras pertenecientes al programa “Juventudes Incluidas” de la secretaría de Seguridad Comunitaria y a otros programas provinciales, los cuales fueron capacitados y cobraron un estímulo económico a través de la cartera de Desarrollo Social.

Con el incremento en inversiones para maquinaria y equipamiento, como también de la demanda, la panificadora aumentó su producción de pan e incorporó la elaboración de facturas, bizcochos y prepizzas.

PANIFICADORA FURMAN

La Panificadora Solidaria “Sara María Furman” fue inaugurada en 1988 por la fundación “Sara María Furman”, con el objetivo de elaborar 1200 kilos de pan diarios destinados, sin costo alguno, a 1200 familias carenciadas del barrio Santa Rosa de Lima.

La crisis del año 2000 en el país provocó el cierre de la panificadora que ya no pudo sostenerse. Tres años más tarde, sus instalaciones y maquinarias sufrieron las consecuencias de la inundación de los barrios del oeste santafesino.

El 15 de abril del 2009, gracias a un acuerdo entre el gobierno provincial y la fundación Sara María Furman, la panificadora volvió a funcionar con tres grandes objetivos: producir pan para ser entregado a los sectores más necesitados, brindar la posibilidad de que un grupo de ciudadanos aprenda un oficio digno, y generar una herramienta para facilitar el proceso de inclusión y reintegración social.

En enero del 2013, con la apertura del salón de comercialización “La Sarita” se inició la venta al público de productos a bajo costo. De esta manera, además de elaborar un producto que es valioso para los vecinos del barrio, se fortalece el vínculo de los jóvenes emprendedores con la comunidad.