Siempre lo más difícil se deja para lo último porque se disfruta más. Con esa mirada de las cosas, la dirigencia de Central fue encarando cada tema relacionado con la conformación del plantel que encarará un 2016 repleto de competencias. Primero solucionó las renovaciones contractuales de los futbolistas que formaban la base de la que tanto habló Coudet y dejó para el final la situación de Marco Ruben. Lo cierto es que la continuación del goleador del fútbol argentino todavía no está garantizada, pero sí encaminada de acuerdo a lo que pudo averiguar Ovación. En atención a este estado de indefinición, el delantero no podrá arrancar mañana con la pretemporada canalla en Arroyo Seco porque Dinamo de Kiev, club propietario del pase, no le otorgó un permiso para hacerlo hasta tanto no se cierren las negociaciones.

Con respecto a las tratativas por la compra del pase de Ruben, la realidad es que en Central esperan ansiosos llegar a un arreglo en los próximos días. La semana que viene será crucial para darle el mejor cierre a esta historia. De ocurrir lo contrario, el Chacho se comprará un problema porque no tendrá disponible a Marco en la primera semana de trabajos. Y, se sabe, en el fútbol las situaciones que se estiran como chicle generalmente no terminan con el desenlace deseado. Aunque no parece ser este el caso. Sobre todo porque si hay algo claro es que Ruben quiere quedarse sí o sí en Central. Ya se lo dijo a los dirigentes canallas y ucranianos, a los periodistas en la conferencia de prensa que dio el miércoles pasado y también con ese argumento está llevando adelante la gestión su representante, Andrés Miranda.

Ruben tiene definido que no se moverá ni un ápice de esa posición, por más que la cultura de la entidad ucraniana a la hora de negociar sea más dura de la acostumbrada de los equipos europeos.

Central ya encaró la negociación con los dirigentes de Dinamo con una propuesta económica que por ahora es insuficiente. El valor con el que tasaron los ucranianos el pase de Ruben es cercano a los 6 millones de euros, pero la contraoferta canalla es inferior. Las fuentes consultadas coinciden en que Central la fue mejorando hasta el punto de llegar a un valor muy sustancioso para el mercado argentino. Incluso, desde la dirigencia canalla no dudaron en afirmar que lo que se ofrece es un monto "histórico" para el club.

En ese sentido, Central hará todo y más de lo que esté a su alcance para comprar a Marco y luego hacerle un contrato por tres años en una suma que da con la talla del delantero que hace unos días fue distinguido con el Olimpia de Plata por el Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires.

En todo esto también hay que tener en cuenta que Dinamo de Kiev se está haciendo rogar para desprenderse de un jugador que en su momento utilizaron poco, pero que ahora observa cada vez con más agrado para meterlo en alguna negociación o vendérselo al mejor postor.

Desde ese punto de vista es entendible que el club ucraniano tire de la soga más de lo conveniente con el afán de recuperar la inversión, más allá de que está encaminado para que finalmente acepte la forma de pago que le propondrá Central.

"Seguimos negociando, pero todavía no hay nada definido. Marco no va a arrancar la pretemporada el lunes con el resto del grupo porque Dinamo no le envió un permiso. Lo gestionamos varias veces, pero no hubo caso. Hasta ahora lo único que hay en concreto es que Marco tiene decidido quedarse en Central. Justamente lo que queremos hacerles entender a los ucranianos es que la oferta de Central es muy importante para un jugador que ya tiene 29 años y que aún le queda un año y medio de contrato en Ucrania. Es complicado que aparezca una oferta superadora a la de Central en el mercado de enero. Pero los dirigentes ucranianos son especiales en ese sentido y van a esperar hasta último momento. A la larga van a valorar la fuerza que está haciendo Central y todos los que estamos en la negociación", le contó con claridad Miranda a este diario.

La dirigencia de Central hubiera preferido que lo de Ruben ya esté solucionado. Pero no se pudo. Por eso espera ponerle la frutillita al postre a partir de mañana.